revista nórdica Mitologia_nordica.1474443498 | Page 150

143 A los ases Odín, a los elfos Dain, a los enanos grabóselas Dvalin, a los gigantes Asvid; yo mismo algunas grabé. 144 ¿Las sabes tú grabar? ¿Las sabes tú entender? ¿Las sabes tu teñir? ¿Las sabes tú probar? ¿Les sabes tú pedir? ¿Les sabes tú ofrendar? ¿Les sabes tú ofrecer? ¿Les sabes tú inmolar? 145 Mejor no pedir que por todo ofrendar; su pago la ofrenda busca; mejor no ofrecer que siempre inmolando. Así grabó Tund (el tronante, Odín) antes que gentes hubiese; allá revivió cuando vino de nuevo. 146 Los conjuros que sé yo que ni esposa de rey ni hombre alguno sabe: "auxilio" se llama el que auxilio te da en pleitos y penas y en malas dolencias. 147 El segundo sé, remedio de aquellos que quieren ser curanderos. 148 El tercero sé, si mucho preciso dejarme a alguno trabado: sus filos le emboto a aquel mi enemigo y ni armas ni mañas le valen. 149 El cuarto sé, si preso me ponen y atados los miembros tengo: yo canto el conjuro y me puedo escapar; libres los pies se me quedan, sueltos los brazos. 150 El quinto sé, si lanza yo veo que busca traidora a mi gente: por recia que vuele parada la dejo, si mi vista la ve. 151 El sexto sé, si en raíz me laceran del árbol con savia tomada: el hechizo que a mí aquel hombre me canta él se lo sufre y no yo. 152 El séptimo sé, si entre altas llamas veo en la sala a mi gente: por mucho que arda salvarlos puedo, tal el conjuro que canto.