revista nórdica Mitologia_nordica.1474443498 | Page 139

ríe con él, pero calla tu intento; dele según él te de. 47 Joven yo era, solo viajaba; perdido quedé en los caminos; me veía yo rico si alguno topaba. ¡Al hombre el hombre conforta! 48 Los magnánimos son y también los bravos quienes viven mejor y sin penas; el hombre cobarde de todo se asusta, al tacaño el regalo escuece. 49 Ropas mías les puse en el llano a dos personajes de palo; parecieron señores después de cubiertos. ¡Vergüenza es hombre desnudo! 50 Sécase el pino que está en un claro, ni corteza ni agujas lo guardan; igual con el hombre al que nadie estima. ¿Para qué sigue él viviendo? 51 Más viva que el fuego entre malos amigos la paz cinco días arde; apágase luego el sexto llegando y toda amistad se malogra. 52 No precisa dar siempre grandes regalos, con poco que des te elogian: con un medio pan y un algo en la copa me hice de un fiel camarada. 53 A orilla pequeña, pequeña la mar: pequeño juicio el del hombre; mal repartida está la cordura, siempre un poco falta. 54 De sabio el hombre lo justo tenga, nunca de sabio se pase; de la vida más grata aquellos gozan que saben bien lo bastante. 55 De sabio el hombre lo justo tenga, nunca de sabio se pase; raramente contento está el corazón del sabio que todo lo sabe. 56 De sabio el hombre lo justo tenga, nunca de sabio se pase;