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27 El necio llega a lugar de reunión,
mejor que se esté callado;
nadie le nota su poca cabeza
con tal que no hable de más.
No sabe tampoco el que nada sabe
cuándo está hablando de más.
28 Por sabio se tiene al que bien pregunta
y sabe bien responder;
nunca callado los hombres dejan
cosa que pase entre gente.
29 Quien nunca calla muchas dice
necias palabras:
la lengua ligera, si no se contiene,
a menudo su mal se canta.
30 Nunca el hombre que vaya a banquete
a nadie en ridículo ponga;
por sabio se tiene al que no sonsacan
y puede callar a piel seca.
31 Por sabio se tiene si echa a correr
huésped que de otro se mofa:
juega quizás con mal enemigo
quien hace en la fiesta burlas.
32 Son muchos los hombres de buen talante
que en pugna en la fiesta entran;
para siempre luego queda rencor
si huésped y huésped pelean.
33 Es bueno que el hombre se tome su almuerzo,
pero no si a banquete irá;
abúrrese allí, desganado mastica,
conversa le sale poca.
34 Por largo rodeo se va al mal amigo,
aunque esté en el camino su casa;
al amigo sincero atajos llevan,
por más que lejos se vaya.
35 Se debe marchar, nunca el huésped
pegado se quede en un sitio:
el mismo que agrada molesto se vuelve
si alarga de más la sentada.
36 Mía mi casa, aunque sea pequeña:
en ella soy yo mi señor;