REVISTA NUMERO 5 CANDÁS EN LA MEMORIA -Diciembre REVISTA NUMERO 5 CANDÁS EN LA MEMORIA | Page 20
MI BARAGAÑA
¿ Y quién me ha robado mi Baragaña ... ?
,horizontales y verticales, con nuestro con-
siguiente cabreo.
Volviendo al otro lado, y seguido al cuar-
tel, se hallaba EL BANCO URQUIJO, único
banco durante muchos años en Candás y donde
con el tiempo, en Gijón, fué mi centro de trabajo
durante 42 años. Seguido al banco, por arriba,
en la calle Rosal, estaba el HOTEL DIONI y
más aca, en la esquina primera el BAR ROSAL,
seguido, CASA TASCON, PELUQUERIA EL
CHATO, en lo que hoy en día es la esquina de
Cafetería Armu o Rabitos., seguido CARBONE-
RIA DE JULIO, por donde se accedía a la CASA
DE ARTURO, que impartía clases particulares y
a las que yo asistí un verano tambien. Momentos
inolvidables
. Por arriba estaba tambien como en un pe-
queño alto, la escuela de MARIA LA PERRINA,
y a su lado LA TIENDA CASA LA POLESA.
Ya en la plaza, donde hoy esta SOFECA, estaba,
en ese primer piso, el CASINO DE CAN-
DAS, y nosotros veíamos a aquellos señores, con
sus puros y sus trajes que parecían marcar gran
distancia.
En la otra esquina estaba EL BAR HE-
LIO, que anteriormente había sido, Martiechu,
Bar Dimas y Bar Kiko. En este bar HELIO,pre-
dominaba un ambiente cien por cien candasín,
donde reinaba la armonía, la alegría , curiosas
y simpáticas partidas de cartas y por supuesto
siempre había cánticos. Estoy viendo y oyendo
cantar a CHEMARI, a MARINO, CHELO, etc
Siempre había murga. Momentos mágicos. .
Este BAR HELIO, estaba comandado por Doro,
junto con sus hermanos y sobrinos, Isabel, Her-
minio, Marino, Chelo, Clara,Julián, Alfredisimo
etc.Al entrar en aquel bar, uno quedaba ya em-
briagado con aquel olor a buena comida, a chigre
limpio, con serrín por el suelo. Como recuerdo
siendo yo un rapacín, ir los domingos a tomar el
vermout con mis padres, Rodada y Pacita. Parece
que estoy viendo aquel pequeño platin ovalado
de berberechos que nos ponían de tapa.
En una esquina de la plaza, a la izda.se hallaba
el KIOSKO DE LA MUSICA, una estructura
de madera con clavos largos por todas partes,
donde jugábamos en los bajos del mismo y
donde un día, yo quedé con mi cabeza “ espeta-
da “ en uno de aquellos largos clavos oxidados.
Al final, no debió de pasar nada ( alcohol y un
poco de esparadrapo ). Por la parte de abajo de
la Baragaña, en Braulio Busto, estaba la CON-
FITERIA AVELINA
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