REVISTA NUMERO 4 CANDÁS EN LA MEMORIA -Diciembre REVISTA NUIMERO 4 CANDÁS EN LA MEMORIA -Diciembre | Página 19
FELIZ NAVIDAD
Era Navidad, todo estaba decorado profusamente con
luces trepidantes y los sonidos machacones de los vil-
lancicos.
Miraba a través de la ventana y no sentía nada, sólo un
vacío por dentro que me despojaba de todo sentimien-
to y un puño apretando mi estómago. La penumbra de
la tarde llenaba de sombras la habitación. En la cama, a
mi lado, estaba el cuerpo, casi inerte, de mi padre.
Esas navidades serían decisivas en nuestras vidas.
Han pasado muchas, muchas navidades desde entonc-
es y no recuerdo ninguna, como si hubiera pasado por
un túnel muy largo y oscuro. Sólo ahora, desde hace
poco, empieza a latir de nuevo dentro de mí el sentido
de la Navidad.
Vuelve a ser hermosa y … soy capaz de ver con total
nitidez regalos de mi infancia, o cómo decorábamos las
clases en el instituto, ese espíritu que nos llenaba por
dentro, las obras de teatro y las preciosas voces del coro
entonando villancicos.
He vuelto a sentir cómo fueron aquellas primeras navi-
dades con mis hijos pequeños… Lo pienso y lo percibo
como una película muda de super 8 llena de escenas
felices.
Navidades dormidas, con nuevos personajes que se
incorporaban a nuestras vidas y que hoy soy capaz de
entender su calidez y emoción.
Así , después de tantos años, preparo con ilusión la
reunión de todos a la mesa ( cada vez más llena de
nuevos miembros) porque, en la mirada cristalina e
inocente de mis nietos, encontré la paz y el sentido a la
vida que tanto busqué.
Algunas veces, bajo a pasear al muelle sola, cuando
llueve o hace mal tiempo porque lo siento así total-
mente para mí y , en esos paseos solitarios, la mar
acompasa mi corazón y me reconcilia con todo.
Los que me precedieron me acompañan.
Escrito por Maite Serrano Vila
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