REVISTA NUMERO 4 CANDÁS EN LA MEMORIA -Diciembre REVISTA NUIMERO 4 CANDÁS EN LA MEMORIA -Diciembre | Page 18
EL BANCO
Hay un lugar en mi pueblo, íntimo y personal.
Un banco destartalado, sobre una atalaya privi-
legiada mirando al mar.
Desde allí sentada, observo el horizonte y la
vida. Un lugar donde mis propios aconteci-
mientos transcurren como en un cine al aire
libre.
Mis pensamientos, a veces, van más allá del
paisaje y puedo ver momentos de mi propia
vida como si transcurrieran en ese instante. Es
un lugar tan mágico que cuando llega el buen
tiempo tiene un sinfín de visitantes.
Cuando todos se van, vuelve a ser mío.
Allí dejo vagar la mente y comparto mis pen-
samientos con todos los que añoro y que es-
tán en mi corazón. Otras veces me detengo a
observar alguna embarcación que pasa y trato
de imaginar cómo serán las personas que allí
navegan. Veo las gaviotas cruzar por encima
de mi cabeza, glayando sin parar como si les
molestase verme allí, haciéndome sentir un
tanto intrusa. Miro las olas cómo rompen en
una isla cercana y las nubes que cruzan el cielo
de tantas formas hasta que mi perra me saca de
mis ensoñaciones y me recuerda que es hora de
regresar.
Siempre que vuelvo algo ha cambiado, hay algo
nuevo que embellece mas el paisaje o lo vuelve
más misterioso.
Me pregunto cuantos ojos habrán visto este
horizonte, éste mar y éste cielo a través del
tiempo. Cuántos antes que yo habrán soñado,
llorado, revivido o añorado sus propias historias
.Cuántos acontecimientos habrán transcurrido
en éste lugar a lo largo del tiempo que forman
parte de la Historia de mi pueblo y su gente, de
éste mar, testigo de tantas alegrías y desgracias
que formaron nuestra identidad…
Alejo mis pensamientos y definitivamente regre-
so haciéndome eco de mis propias palabras :
“ Cuándo mis ojos sin vida, mar, no puedan
verte,
mi alma de gaviota, a través del Mas Allá,
Sobre ti, mar, volará .“
El mar, la mar, mi mar… ¡Que soy de Candás ¡
Escrito por Maite Serrano Vila
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