Revista Nacheando Nro2 NACHEANDO NRO 2 NOV 2018 | Page 58

El destino de la vida Al final de un puente oscuro nunca hubo una luz que alumbrara el camino. Nunca antes había visto semejante rayo de luz. Fue por eso que decidió acercarse. Fue tal su intriga que ignoró los carteles de precaución, como siempre, y se acercó. Él siempre fue un hombre muy aferrado a la creencia de que el largo de la vida está indicado en la línea de la mano. Es por eso que nunca prestó atención cuando la gente le decía “es muy peligroso”, ya que, para él, su vida iba a ser súper larga porque es lo que su mano decía. Hasta que aquel día sucedió lo inesperado. Delfina Cancelo La llegada de la primavera Se puede volver a presenciar la salida del sol desde temprano. Las hojas se cambiaron de atuendo y los árboles desnudos vuelven a vestirse de verde. Las flores le dan a la primavera una bella bienvenida con sus perfumes y con sus colores, que traen luz y alegría. Regresa la cálida temperatura que el cruel y frío invierno se había llevado. El sol se niega a caer y la luna, a aparecer; lentamente, la noche llega. Afortunadamente, la próxima mañana el sol saldrá nuevamente, al igual que lo hará la primavera el año siguiente. Martina Otheguy La carta De una triste prisión, sale una solitaria carta. Entra en una ciudad y vuela por sus mugrientas y desoladas calles hasta que llega a un restaurante. Un cocinero la recibe y se la muestra a sus colegas; acto seguido, la echan a la calle. La carta sigue volando y busca otros restaurantes que la acepten para trabajar. Después de mucho tiempo, la carta, desolada y sin esperanzas, decide arrugarse en las aguas de un negro y malicioso río. Matías Cohen Rompesueños Lo siente, al estrés por las cosas que durante el día le anunciaron que tenía que hacer para un momento posterior. Un rato después, se duerme olvidando todo aquello que le molestaba y lo presionaba mentalmente. Cuanto más se duerme, más se alivia su mente; puede disfrutar cada momento en el que se relaja más, esperando así el punto máximo de alivio. Dicha esperanza se arruina. Todo aquel sufrimiento psíquico regresa a su mente gracias a un objeto redondo y ruidoso, que se encuentra en todas las casas, en paredes, en muebles, incluso en nuestras propias mentes. Es un objeto que contiene agujas que señalan símbolos que marcan tiempo. Ignacio Furmento pág. 57