Revista Nacheando Nro2 NACHEANDO NRO 2 NOV 2018 | Page 57
Prácticas del Lenguaje - 3ero I
A partir de la lectura y el análisis de dos textos de Julio Cortázar: “Aplastamiento de las
gotas” y “Las líneas de la mano”, pertenecientes a su libro Historias de cronopios y de
famas (1962), los alumnos de 3ero I crearon sus propios textos literarios. Se propuso el
uso de la personificación como recurso y del “destino” como tema disparador.
Aquí, los textos de los alumnos que quisieron compartir sus trabajos.
El inmenso y misterioso océano
El mar infinito, azul, casi negro, empujaba las olas. Esas olas que barajaban su
destino. Ellos, los 44 tripulantes, miraban con inocencia e ingenuidad el vaivén del mar.
Sentían su aroma, su sonido y su belleza única.
Jamás pensaron en no volver nunca más. Mucho menos imaginaron que la
poderosa calma del mar terminaría por alejarlos de sus familias. Esa calma casi absoluta
que reinaba en el océano aquel día. Esa calma que solo traía paz.
Pero, evidentemente, todo sucedió de repente. Después, vino de manera
instantánea la tempestad, esa fuerza poderosa de alta mar. Allí apareció el abismo, la
parte más profunda del mar, la parte más inaccesible.
Tal vez algún día podamos saber si fue ese mar enojado que arrasó con ellos o
si esa poderosa calma del inmenso océano se encargó de protegerlos.
Alma Rosales Levy
Desde hace mucho, cada vez que se hace de noche, me quedo mirando por la
ventana cómo se van apagando las luces de las casas. Con el tiempo me di cuenta de
que hay muchas luces distintas que se apagan a diferentes tiempos.
Están las luces frías, que se extinguen todos los días al mismo horario; las
cálidas, que desaparecen dependiendo del día, y hay veces que me duermo y no llego
a verlas apagarse. Después están las intensas, que suelen ser de un amarillo chillón
molesto que desaparece en un segundo después de haber estado prendidas todo el día.
Pero, sin duda, las más interesantes son las luces inteligentes, nuevas, que
cambian de color. Son fascinantes: con solo mirarlas se puede saber cómo se siente la
persona que vive en esa casa. Pensar que algo tan simple como una luz puede tener
tanta expresividad me sorprende.
Agustín Reznick
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