Revista Los Nogales no. 4 - Febrero 2015 | Page 17

filosofía de la religión respecto de esta concepción del ámbito religioso , lo que , de ser acertado , permitiría una nueva concepción de la relación entre las religiones ; pues no solo se dejaría de lado el que disientan en su doctrina sino que a la vez se abriría la puerta a que puedan compartir preceptos morales .
La noción de una religión “ verificable ” ha sido puesta en duda , e incluso superada . Es decir , se ha pasado de la concepción de que la religión funciona como un sistema de creencias similar a cualquier otro campo del conocimiento , a la idea de que la religión tiene que ver más con una actitud ante la vida relacionada con una concepción existencial del ser humano que con una concepción epistemológica . 1 Quien tiene una experiencia religiosa no es aquel que sabe una cantidad de cosas y que las ha verificado ( ha visto apariciones , ha tenido estigmas o ha oído voces divinas ), sino aquel que tiene confianza en dios , tiene una relación personal con la divinidad o tiene disposiciones a obrar a partir de una ética que se quiere universal y vela por el bienestar de la humanidad como un todo partiendo de concepciones religiosas . Tal concepción permite un respeto real de otras religiones : ya no se busca la corrección de un cuerpo de doctrinas — pues el asunto no es ya encontrar una verdad , noción que en este campo se considera como un sinsentido — sino que se propende por propósitos comunes y prácticas orientadas a la convivencia , tanto con los demás como con el entorno .
En la superación de la concepción cerrada y verificacionista de la religión se abre la posibilidad real de una unidad de religiones , pues no se genera la disputa entre dos partes que pretenden tener un conocimiento acertado sino que se buscan propósitos comunes tendientes al respeto de la persona humana en todas sus dimensiones . El creyente de una religión distinta a la propia deja de ser entonces aquel que en esencia está en el error , y pasa a ser otro humano que debo preservar y cuidar desde mis preceptos morales . La unidad de las religiones se conoce como ecumenismo , desde donde se postula una unidad que trasciende las características peculiares de cada religión y sus doctrinas propias .
La religión católica no ha sido ajena a esta concepción que , aunque desarrollada en los últimos tiempos , tiene importantes antecedentes desde el inicio de la reflexión teológica . Así , puede rastrearse ese ánimo de universalización desde los mismísimos inicios de la Iglesia . La primera consigna novedosa es la apertura de la evangelización a todos los pueblos , encabezada por san Pablo : “ Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos , sino juntamente ciudadanos con los santos , y domésticos de Dios ” ( Ef . 2 : 19 ). Se plantea una religión que es abierta a todos y que tiene como principio de acción la caridad y no un conjunto de prácticas culturales que demandan un cierto origen y una determinada posición cultural .
Es significativo el hecho de que las acciones que se esperan de un miembro de la comunidad religiosa no estén determinadas específicamente , sino que sean resultado de una actitud o disposición que depende de una confianza en la divinidad . El “ buen ” cristiano sería en este caso no el que lleva a cabo ciertas acciones específicas sino aquel que obra a partir de la caridad , una virtud que se ve fortalecida por la fe , es decir , por la confianza en un dios con el que se tiene una relación personal y vivencial . Tal nogales 17 diverso