REVISTA LINAJE CULTURAL... linaje corregido | Page 8

LINAJE CULTURAL EDICIÓN N° 1 -¿Alguna vez ha escrito cosas que no ha publicado porque en definitiva no le gustó el resultado? “Sí claro, tengo varios temas que no se han publicado, pero no es porque no me guste el resultado, sino que son comprometedores, a veces son cosas que no he podido confirmar y entonces las tengo ahí escritas”. -¿Y Siempre se ha dedicado a escribir crónicas o también ha escrito otros géneros? -“La que más me cautiva y me ilusiona es la crónica, porque es que la crónica me enseño a mí a analizar, a observar a la gente, entonces eso me sirvió como punto de partida”. -¿y que particularidad podemos encontrar en tus crónicas? - “Fíjate que haciendo noticias, que yo hasta hace poco trabajé como reportero en varios medios de comunicación escritos, de televisión y de radio; eso me enseñó a mí a valorar a la gente, entonces lo que yo hago básicamente es escribir sobre ellas, las historias ocultas, a veces la vida cotidiana te oculta unos valores impresionantemente reales de las personas y eso me enseñó a ser muy analítico y a partir de ahí salté a la crónica y de la crónica a escribir ya novelas y otras cosas”. -¿En qué situaciones escribe mejor? ¿En medio de la soledad, o ha necesitado alguna vez de algún rito para obtener mejores resultados? Un café, un cigarrillo Música? -“Antes yo tenía un error y era que me tenía que fumar un cigarrillo para poderme inspirar, y eso no está bien porque me estaba convirtiendo en un fumador empedernido. Ahorita lo que me pongo es a escuchar música, me pongo por lo general a escuchar salsa o música rock y con eso me inspiro y comienzo a escribir. Eso sí, me acostumbré a escribir en mi casa, ahí tengo mi propio estudio, muchas pretensiones, mi computador, mi discoteca, y una puerta que se cierra cuando yo estoy ahí, entonces mis hijos llegan y cuando me ven que estoy ahí sentado no me molestan”. Cuando le peguntaba sobre cómo logra tener éxito en sus escritos y qué toma y ha tomado en cuenta al momento de plasmarlos, no dejaba de mencionar la importancia de no pasar por alto los detalles y que el afán no debía estar presente al momento de investigar para escribir cualquier tipo de género. Decía que precisamente ese había sido y ha seguido siendo la clave a lo largo de toda su trayectoria en los distintos ámbitos en los que se ha desempeñado. Contaba una anécdota en la que presumía también que en su afán de ir más allá y no pasar detalles por alto, significó un logro y una experiencia en el periodismo que él practicaba. Decía que en la época de Pablo Escobar, cuando comenzó a matar policías, hacía tantas historias de policías que terminó desviándose hacia conocer historias humanas, lo cual le dio más importancia al periodismo que en ese entonces él realizaba, porque ya dejaban de ser uniformados que caían asesinados de manera vil y personas que se perdían por culpa de la violencia para convertirse en historias de artistas, pelaos que tenía sueños, que eran cantantes y que se les arrebataron todos sus sueños. -¿Cuál fue su mejor aliado al momento de escribir “30 crónicas urbanas” y qué tiempo le tomó terminarlo? -“No mucho y bastante. Porque esto es una compilación de mis mejores crónicas, aquí yo diría que hay unos 20 – 25 años. Esto fue básicamente como un homenaje que la universidad autónoma me hace por mi vida de reportaje. Lo cierto es que aquí yo veo las cosas de una manera diferente y por eso se la da a importancia, porque son crónicas de la vida real”. -Y en su estructura. ¿Está el libro estructurado de alguna manera? Es decir, de la crónica más interesante a la menos interesante, o de la que tomó más tiempo a la que menos tomó…