LINAJE CULTURAL EDICIÓN N ° 1
Me sorprendió el desparpajo de Alex. Ya teniéndolo cerca pude detallarlo más, noté escamas en sus manos y en su piel, la ausencia de cejas y vello es escalofriante, sus dientes torcidos pero aún con una sonrisa hermosa, por sus ojos destilaba un brillo tal un alba reflejado en el mar. Pedimos permiso a la multitud para alejarnos un poco del estruendo y caminamos varios pasos al fondo, donde había más calma. Luego de estar sentados en un bordillo a la madre del pequeño, María y su esposo, Raúl, querían desde hace mucho tiempo probar las famosas Butifarras soledeñas así que las fuimos a comprar y les enseñé como se comían y les conté un poco de su historia.
El Estado De Alex
Ya en confianza, pude penetrar en la intimidad de sus corazones y sin muchas vueltas, Alex me empezó a contar sobre su enfermedad. Claramente se trataba de un cáncer, en este caso era Leucemia en fase terminal, se le fue detectada una tarde de primavera a sus 10 años, ahora tiene 13 y teme no llegar a cumplir años. Me contó que antes tenía cabello negro y brillante, cejas gruesas y pobladas. También dijo que solía ser más guapo, no tan flaco y con más energía y su piel era sedosa. Ahora dice que a las personas les da asco frotarlo, al mirarlo bajó la cabeza en forma de vergüenza. Lo tomé por la barbilla y se la alcé, mirándolo a los ojos le dije“ Está bien, eres un niño muy lindo”. Admito que me conmovió y quise nunca más apartarme de él. La señora María contaba con la voz temblorosa cómo notó que algo estaba mal: Hematomas en la espalda de Alex fueron los que alarmaron a sus padres, lo que más temían fue lo que lo que de la boca de ellos salió. – Leucemia, cáncer en su sangre y hay que intervenir ya-.
Las quimioterapias no son nada comparadas con los efectos segundarios, dijo el Señor Raúl.“ Cuando me inyectan es como fuego corriendo por mis venas, siento que me quema y empeora cuando está frío el líquido, las vías intravenosas se vuelven gigantes y quedan moretones en todos lados. Los líquidos y las pastillas hacen que me infle como un globo, además vomito todo el tiempo y casi nunca tengo apetito ni energía para jugar pero lo que más extraño de estar sano es tocar mi guitarra; cuando empecé con el tratamiento me empezaron a salir escamitas en la punta de los dedos y empeoraba si llegase a tocar a la morena” Cuenta Alex ya con lágrimas recorriendo todas sus mejillas.
El Último Deseo
Entre charla y lágrimas iban pasando las horas sentados en ese bordillo, luego de saber la historia pregunté:“¿ Qué están haciendo en el carnaval? ¡ Puede ser peligroso para Alex!” La respuesta que me llevé me partió el corazón, sentí como cada pedazo se iba estrellando contra el piso, inmediatamente se evaporó la música para mí.
¿ Cómo puede un niño tan noble vivir este calvario? ¿ Por qué le arrebatan la vida así? El saber que nunca se va a poder enamorar ni casarse, viajar o simplemente vivir la vida se me hace injusto. Está frente a mí una familia ordinaria a la cual le tocó vivir cosas extraordinarias. El motivo de su viaje fue cumplir su último anhelo. Siempre había soñado con estar en el carnaval de Barranquilla y su comunidad junto con el esfuerzo de sus padres se lo cumplieron. Los médicos dictaminaron una metástasis y le dieron 3 semanas de vida. Esta fue la última, ahora están a la espera de la muerte, tranquilo y feliz se irá por hacer cumplido, su último deseo.