Revista Libro Revista Libro | Page 16

El error por Libros y Literatura

16

Javier BR

Un libro original, diferente y divertido; un laberinto donde realidad y fantasía, lógica y azar se combinan en construcciones descabelladas.

“Había una sola puerta, con un cartel encima que decía: ERROR. Por ahí salí.”

Así comienza la última novela de César Aira: el narrador, siguiendo a una mujer, atraviesa una puerta –la única existente en el local– sobre la que se puede leer “error”, para acceder a un jardín en el que los setos cuidadosamente podados forman un extraño laberinto.

Este inicio puede resultar extraño, pero, a fin de cuentas, el propio lector acaba de trasponer otra puerta rotulada con la palabra “error” –la portada del libro que tiene en sus manos– que también le conduce, aunque aún no lo sabe, a un laberinto.

No, el lector aún no lo sabe porque, a pesar del desconcertante comienzo, las primeras líneas le empujan a pensar que está leyendo una suerte de novela negra: la intrigante historia del narrador y su misteriosa pareja, que han viajado a El Salvador a cumplir una oscura misión.

Pero ese argumento sería demasiado convencional, demasiado predecible para un escritor como César Aira, que inmediatamente abandona al narrador inicial y empuja un asombrado lector a perderse en la intrincada maraña de setos y caminos de El error. Y es que a las pocas páginas ya es evidente que este jardín es un laberinto de historias en el que los caminos se cruzan y se bifurcan de tal modo que en cada recodo, en cada intersección con otra historia, todo parece cobrar un nuevo sentido y la narración se vuelve más fantástica aún, más caótica, más disparatada.

A partir de ese momento el lector va a deambular de historia en historia, de personaje en personaje, recorriendo sin lógica aparente un El Salvador fantástico, casi mítico, poblado por personajes tan fantásticos como humanos: un bandolero de leyenda casado con una mujer de naturaleza gaseosa, cuyas fechorías, recogidas en novelitas baratas, hacen las delicias de una presidiaria que se cartea desde su celda con un famoso y misterioso escultor extranjero que es secuestrado por un bandolero…

César Aira se mueve entre los setos con total libertad, dejando volar su imaginación, rompiendo cualquier esquema preconcebido que sobre la estructura de una novela pueda tener un lector que le sigue con la lengua fuera.