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Al parecer, en muchas ocasiones, cuando llegas a un cargo de cierta importancia, te invade un pensamiento de egoísmo y dejas de preocuparte de los demás: prefieres quedarte con millones y millones antes que ayudar a tu país.
La segunda medida que propongo y que podría resultar muy eficiente es la de darnos a conocer en Europa, pues nuestra cultura y nuestros valores como nación, parecen inferiores a los de otros países de Europa, y además de no “expandirnos” de esta forma, muchos españoles prefieren adoptar actitudes extranjeras, debido a la “invasión” de otras culturas que sufrimos. No es que sea algo malo, pues en la diversidad está la riqueza, en este caso de comprender costumbres diferentes, conocer otros estilos de vida, etc. Pero en cierto modo, el no distinguirnos ni valorarnos puede ser algo muy grave a la larga. Esto haría que España no evolucionase como región, aunque los verdaderos antecedentes provengan desde la época del Siglo de Oro, debido a la corrupción de la Iglesia Católica por aquel entonces. Los países que hoy en día son más “populares” a este nivel son aquellos que han mantenido sus ideas fijas y han luchado por ellas. Esto no quiere decir que vayamos e impongamos nuestra cultura, ya que es algo bastante difícil, sino que nos hagamos ver. De esta manera seguramente podamos hacernos notar y conseguir que nuestra cultura logre ser una más e incluso una influyente, o hasta aspire a algo mayor.