En la conducta de los hombres son elementos esenciales de un buen dirigente . Esta filosofía se aplica especialmente en el sector civil en lo referente al uso de drogas , promiscuidad sexual , falsedad y engaño . La falta de honestidad es severamente castigada en la actividad comercial de las compras y las licitaciones . La conducta ética de los funcionarios gubernamentales ha sido siempre cuidadosamente escudriñada , circulan normas éticas que algunos de los más poderosos no cumplen . Conflictos de interés , dádivas , compra y venta de influencia , invitaciones y privilegios están incluidos . Cuando las convicciones personales no incluyen honestidad , cuando el miedo está superado porque en el puesto se consideran invulnerables , únicamente podemos asegurar el comportamiento ético mediante el cumplimiento de las leyes o reglamentaciones que fijan las pautas del comportamiento aceptable o prohibido . En vista de que no podemos prever cada circunstancia plausible , tales regulaciones tienen limitaciones . La ley es el último recurso cuando la moralidad privada no predomina . Las convicciones personales conforman la base más sólida para la conducta moral y ética . El sueño de cada responsable de la autoridad es tener gente que instintivamente haga aquello que es correcto , ya sea que esté definido por los reglamentos o no . Lamentablemente , las convicciones personales cambian al ritmo de nuestra sociedad . El relativismo que no diferencia lo correcto de lo incorrecto , especialmente en lo que a conducta sexual se refiere , ha cautivado a la mayoría de la comunidad intelectual y educativa . El código de honor de cualquier organización civil o política , debe contener que no se debe mentir , no hurtar , no engañar , no realizar actos injustos que afecten a los intereses de la empresa , partido , o de los ciudadanos . Ni tolerar que entre nosotros haya alguien que lo haga , siendo obligación el de denunciarlo si lo hubiera y nunca ampararle ni protegerle , debe ser rechazado por la sociedad , separarlo de sus cargos sin ninguna consideración y exigirle reparar los daños causados . Exquisito debe ser el político porque en su cargo de elegido como honorable lleva implícito en su cargo una impecable actuación ética profesional y privada . En la Universidad de Boston , y de acuerdo con Stephen F . Davis , un profesor de psicología : “ No existe el remordimiento para personas cuya forma de vida es la falsedad . Rían agrega que los niños carecen de una brújula moral , a no ser el propio interés personal ; exige al sistema educativo la restauración de su papel tradicional , que es : proveer una guía moral a los estudiantes . De forma similar , Gay Muley del Instituto para la Educación del Carácter en San Antonio , observa que “ los estudiantes que hacen trampa en los exámenes muy probablemente engañarán a sus patronos y serán infieles en sus relaciones maritales . Cuando el país no valora la honestidad y piensa que el carácter no es importante , ¿ qué clase de sociedad se está forjando ? Debemos reconocer , en términos generales que quienes llegan en la actualidad a los puestos de empresas , policía , ejército , administración , políticos no se les ha enseñado ética y moralidad . Ellos reflejan la norma nacional aceptada de mentir y engañar . El simple hecho de publicar nuevas reglas acompañadas de advertencias y castigo no los cambiará .