Carta a monseñor
Ibarra con motivo de los cien años de su muerte
Carlos Fco . Vera Soto , MSpS
Querido padre y hermano : hace cien años que Dios te llamó a su presencia , y ahora , de ti nos quedan muchos recuerdos buenos . Dicen por ahí que « nadie muere del todo mientras alguien lo recuerda ». Y aquí te recordamos frecuentemente y con cariño . Pero sobre todo con gratitud . Sabemos algunas cosas , pocas , de tu infancia y juventud . Conocemos un poco más de tu brillante carrera eclesiástica y de cómo en Roma te premiaron con una medalla de oro por haber hecho un brillante examen en latín sobre filosofía escolástica . Sabemos que el mismísimo papa León XIII quiso conocerte , y tú , humilde , aceptaste con sencillez el honor . Recordamos que siendo un joven sacerdote de Puebla , a la muerte de tu obispo , fuiste elegido vicario capitular ; ya entonces descubrían en ti la sabiduría que da seguir los caminos de Dios , antes que nada . Pero tú pensabas que toda esa gloria no era para ti y soñaste una vida religiosa ( con los jesuitas ), pobre y austera , alejada de gobiernos , direcciones y esas cosas . Pero Dios pensó otra cosa .
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