"El más grave de nuestros errores fue la creencia de que
el continente había surgido con la llegada de las carabelas de
Cristóbal Colón, borrar la presencia de seres humanos durante
miles de años en este suelo, su diálogo con la naturaleza, con el clima,
sus lenguas, sus rituales, sus saberes, en suma, sus civilizaciones.
Ante el gran desafío de este planeta amenazado que debemos salvar
y que es hoy la primera prioridad humana, es imperioso que
tomemos posesión de ese legado inmenso.
Un desarrollo diseñado por otros nos prohibió buscar
un camino de progreso parecido a nosotros,
y que consultara lo que somos. Nos impuso un modelo
subordinado y dependiente que acabó por arruinar
nuestro destino y que amenaza seriamente nuestra naturaleza."
William Ospina. Colombia Milenaria. El Espectador, 26-01-2020.