Revista Insurrección Insurrección 714 | Page 17

D ebo confesar que soy del gran grupo colombianos que no se integra a las marchas, no por apatía o falta de concien- cia, sino porque el miedo es más fuerte. Cuando en octubre anunciaron el Paro Nacional estaba convencida que ésta sería una marcha más y no estaba dispuesta a participar, pero cuando el cinismo estatal empezó con las mentiras y el ame- drentamiento, guardé el miedo en el cuarto de San Alejo y decidí mar- char. El jueves 21 muy temprano me calcé mis botas y en una mochila alis- té ropa, leche, vinagre, crema dental, en fin un kit para la manifesta- ción, no porque fuera con intenciones de causar disturbios; sino por que la alta militarización de la Capital en los días anteriores, y el sa- dismo característico de la policía militarizada del ESMAD, indicaba que Duque soltaría estos perros de la guerra con más ganas de sangre de lo habitual. Un Combo de varias locas inexpertas, pero con coraje y muchas ga- nas de hacer sentir nuestro descontento contra el mal Gobierno, nos embarcamos rumbo a uno de los sitios de concentración; a las 9 am llegamos la carrera séptima con calle 39, el cotidianamente lugar so- litario que suele ser el Parque Nacional, ahora era un mar multicolor lleno de matices, aromas y sobre todo de ímpetu y rebeldía. Luego de un tiempo la manifestación que semejaba dragón humano bajó por la Carrera Séptima, como un tren al sur, cuyo destino era llegar a la avenida Jiménez y de ahí a la mítica Plaza de Bolívar, don- de haríamos sentir nuestro clamor a una sola voz. En medio de la marcha había que estar con el ojo abierto, sabíamos que en cualquier momento aparecerían los infiltrados a causar disturbios, a cada paso de la marcha nos seguían los Robocop’s, siempre intimidándonos y provocándonos, pero al paso salía un eco que decía “no se dejen pro- vocar, ésta es una movilización pacífica”. Cerca de la una de la tarde, bajo una leve llovizna arribamos a la Plaza de Bolívar, donde fuimos recibidos por arengas de todo tipo, “Uribe paraco el pueblo esta verraco”, “Fuera Duque”. Era una manifestación diversa y multicolor que a medida que pasó el tiempo fue atiborrando la Plaza Mayor de la Capital. MEMORIA COLECTIVA 17