Revista Insurrección insurrección 698 | Page 35

C olombia es un país donde impera la injusticia, el ham- bre, la pobreza y la desigualdad; según el Departa- mento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2018 la pobreza llegó al 27 por ciento, lo que quie- re decir que en Colombia 13‘073.000 personas se en- cuentran en situación de pobreza; de igual forma la desigualdad en el ingreso de los hogares crece, ya que el Coeficiente de GINI aumentó a 0,517 [1]. La pobreza multidimensional, que tiene en cuenta aspectos fun- damentales como condiciones educativas, salud, trabajo, servicios públicos domiciliarios y condiciones de vivienda digna aumentó y llegó a 19,6 por ciento. Pese a la pobreza y la desigualdad, pareciera que estas fueran par- te del paisaje, una “normalidad” insoportable que ha hecho mella en la sociedad y la ha vuelto insensible. Esta situación no es nueva, por el contrario es histórica y fue una de las causas que llevo a los elenos y elenas a alzarse en armas hace 55 años, y son las mismas causas que hacen vigente y legitima la insurrección armada. No a la violencia estructural En la sociedad la élite ha enquistado el termino “gente de bien”, para referirse a los estratos económicos altos, naturalizaron una clasificación sectaria por estratos sociales, que en últimas justifica la desigualdad; la autodenominada “gente de bien” se beneficia del despojo de tierras y aprovechan las riquezas de todos en pro de sus intereses. Los elenos y elenas salimos de nuestros hogares para luchar por un país para todos, a costa de una vida personal; salimos en la bús- queda del Amor Eficaz que nos enseñó Camilo, con el objetivo de interrumpir la sórdida indiferencia frente a la ignominia y la injusticia. Debates del Conflicto Revista Insurrección / Página 35