Revista Insurrección 752 | Page 37

Utilizando la crisis sanitaria producida por la pandemia, el estado aprovechó que la mirada de los colombianos está puesta en cómo salvar su vida, en medio de la profundización de una hambruna generalizada por el abandono estatal y dependiendo de un sistema de salud privatizado y en permanente crisis. El gobierno del presidente Duque lanza una ofensiva sobre el territorio de la cuenca del río Micay, desde el día 20 de febrero de 2020, en esta ocasión utiliza la FUDRA-4 del Ejército oficial, para que proteja la punta de lanza de la operación conformada por las bandas de paramilitares autodenominadas Carlos Patiño, Dagoberto Ramos, Jaime Martínez, conformadas principalmente por exguerrilleros de las desmovilizadas FARC. Mediante el terror que genera el asesinato de pobladores y sus líderes, desplaza a gran parte de las comunidades organizadas y repliega a la insurgencia que por décadas ha protegido los intereses de las gentes de estos territorios. Con el campo despejado de resistencia y ante la mirada indiferente de los medios que desinforman y tapan esta matanza indiscriminada, hasta la fecha las bandas han asesinado a más de 15 líderes y treinta pobladores, ahora las bandas residen en los caseríos, mientras alrededor el ejército gubernamental les brinda protección y les deja asesinar a todo el que se resiste a perder su territorio, profundizando una crisis humanitaria que amenaza con acabar con la vida de las organizaciones sociales y todo el patrimonio construido por el esfuerzo colectivo de las comunidades De esta barbarie lo único que sale público es la campaña de desinformación orquestada por el gobierno, que a cada rato muestra a guerrilleros rendidos en combate como desmovilizados, a los cuales se han visto obligados a dejar en libertad, pues no les cuajó el engaño, pero públicamente de esto último no se dice nada. Por otro lado los golpes que la insurgencia le causa a las bandas, los muestran como positivos del ejército gubernamental, tapando con esto la ya inocultable alianza que existe entre el ejército y las bandas de paramilitares que continúan masacrando a los pobladores y líderes de la cuenca del río Micay. Se ha convertido en mentira recurrente del régimen y vociferada por los medios, la noticia de la desmovilización permanente de integrantes del Frente guerrillero José María Becerra del ELN, para esto recurren a pasar como desmovilizados, a compañeras afectivas, DEBATES del CONFLICTO 37