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n la actualidad Latinoamérica y el Caribe cuentan con 610 mi-
llones de habitantes, de los cuales el 85 por ciento dependen de
mezquinos Sistemas de Salud Pública, 85 millones están en la
pobreza y 67,4 millones adicionales en la miseria; en este con-
texto se hacen más que predecibles los estragos económicos y
sociales que ocasionara el COVID-19 [1].
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió
que la crisis del COVID-19 pasará a la historia como una de las peores vi-
vidas por la humanidad; al finalizar la fase crítica de la Pandemia e iniciar
su fase de declive, el desempleo en América del Sur aumentará en un 10
por ciento y la cifra de pobreza llegaría a 220 millones, y la de miseria a
90 millones [2].
Colombia se endeuda para que la Banca y
las Multinacionales no asuman la crisis
Actualmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) estudia una solici-
tud de Colombia para acceder a una línea de crédito por 11.000 millones
de dólares, para atender la crisis social y económica que está generando
la Pandemia del COVID-19.
El Ministro de Hacienda afirmó que “alrededor de 3 millones de hogares
colombianos que no hacen parte de los Programas de transferencias mo-
netarias del Estado y se encuentran en situación de pobreza, se verán
beneficiados con un subsidio de 160.000 pesos por familia, que será entre-
gado por transferencia bancaria” [3].
El programa de subsidios planteado por el Gobierno tiene 2 problemas
trascendentales; en primer lugar, el monto adjudicado no alcanza a cubrir
ni siquiera los gastos básicos; en segundo lugar, el 73,3 por ciento de los
colombianos no se encuentra bancarizado [4]; además, casi la totalidad de
la población cubierta con el subsidio hace sus transacciones en efectivo
y en negocios no bancarizados.
La ayuda ofrecida a las Pymes sólo beneficia a los bancos
Las Medianas, Pequeñas y Microempresas (Pymes) aportan el 35 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB), representan el 80 por ciento de la
DEBATES del CONFLICTO
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