Revista Huracán - Edición número 14 Revista Huracán - Edición 14 | Page 34

La tradición en el Río de la Plata la comenzaron los uruguayos, que se ins- piraron en el espíritu olímpico y construyeron el estadio Centenario (1930). También hubo torre en la cancha de River (1938) aunque sólo se hizo la base y se la quitó al reformar el predio. Y en la de Boca (1940), que ubicó la suya en el centro de los palcos hasta que también la demolió. En la actua- lidad, la única que se mantiene en pie junto a la torre quemera es la de Ra- cing (1950), que fue construida cuando ya estaba en desuso la modalidad. La del Globo es presentada en sociedad en 1947. Mide 70 metros de alto y en un principio emplazó en su base un tanque de agua de 100 mil litros. Si bien la obra quedó a cargo de la firma “Curutchet, Giraldez y Olivera”, en ella se puede observar el estilo arquitectónico “monumentalista” como el que utilizara Francisco Salamone en nuestro país. Sin ir más lejos, hay quie- nes creen que la torre que este ingeniero erigió en el matadero de Azul es el antecedente que inspiró a quienes crearon la de Parque Patricios. Junio de 1944. Desde el inicio fue la torre el orgullo de Huracán y desde el principio se ubicó junto a ella a la fracción más radical de hinchas. Sin embargo, en 1955 se produjo un derrumbe que generó que ese sector se convierta en platea. Ese año fue de mala puntería. Tras el alejamiento de Tomás Ducó, el presidente Oscar Vignone asume en abril de 1955 y decide dar una vuelta de timón al colocar en la cuchilla central de la torre el lema “Perón Apoya el Deporte”. Fue vistoso, pero apenas duró hasta que llegó la Re- volución Libertadora. Para 1967 se colocaron en su alrededor unas butacas rojas y negras y el sector cambió su fisonomía. Se la ordenó y se le colocó el nombre de “Ja- cinto Armando” (ex presidente de Huracán y de A.F.A.) para que sea más fácil de identificar ese sector. Luego, veinte años después, se agregó en la misma base el nombre de “Luis Seijo”, otro ex presidente fallecido. La que fue ganando importancia con el tiempo fue la platea Alcorta. Las cabinas de transmisión se dejaron de utilizar y para 1977 ya se inauguraban las que hoy están enfrente. Los periodistas se quejaban de las anteriores porque el espacio era chico y por las tardes les daba el sol de frente, ade- más que sus esquinas en forma de ochava impedían a los relatores ver el rincón del córner opuesto. Ya sin prensa en su interior, la torre quedó en soledad al tiempo que los desconocedores del tema se preguntaban para qué habrían servido esos ventanales de la torre. Hoy, a 72 años de su inauguración, se intenta lograr la recuperación de la misma. Algunas compañías telefónicas han visto en ella un lugar para colocar sus antenas y otras empresas han querido organizar exposiciones dentro de ella, aunque el tiempo pasó y la torre quedó en desuso. Memoria y Balance de 1944 que muestra la torre por primera vez (Archivo Viviani). Por ello es que en el último tiempo se han realizado tareas de reciclaje. Se han atendido los desprendimientos, se ha revocado y pintado poniendo más atención en la parte inferior y en los aleros, que son los que estaban más defectuosos. Se le han quitado las antenas, así como se ha logrado también que claramente se pueda leer la frase “Huracán”, tan alta e impo- nente que hasta en el olimpo la puedan leer.