Revista Huracán - Edición número 14 Revista Huracán - Edición 14 | Page 12
“Mis viejos nos llevaron a la Sociedad de Fomento de
Bartolomé Mitre, en San Fernando. Ahí, me vieron con
la camiseta de Goyco y me mandaron al arco, no fue
por decisión mía. Siempre fui tímido, aparte era gran-
dote, y me pusieron debajo de los tres palos. Fue algo
del destino, no se cómo llamarlo”, recuerda quien sur-
gió de las inferiores de River Plate.
¿Qué es lo que más te gusta del arco?
Tiene una cuestión especial. Debe ser lindo gritar un
gol. Pero cuando el partido está caldeado y, en la últi-
ma jugada, te queda la pelota en las manos, tenés una
sensación que solo nota un arquero. Es increíble.
¿Mirás mucho fútbol? ¿Te centrás más que nada en
tu puesto?
Me gusta más ver a los arqueros que partidos enteros.
Suelo mirar compilados en Instagram o Youtube. No
soy un fanático, veo lo justo y necesario. Tal vez menos
de lo que debería, pero también busco desconectar-
me un poco del trabajo.
¿Encontrás similitudes entre el fútbol profesional y
la música?
Son dos carreras muy parecidas. Uno ve a los Rolling
Stones, que son súper millonarios y tienen todo a dis-
posición, que serían como los Cristiano Ronaldo o
Messi. Después, hay banditas normales que salen a to-
car y viven bien con eso al igual que los jugadores de
acá. Y, por último, tenés a los llamados “underground”
que la pelean a muerte y son como el fútbol de ascen-
so. Cada tanto, alguna pega el salto y va hacia arriba.
¿Te animáste a tocar alguna vez en las concentraciones?
Y… A veces hay pianos en los hoteles y toco. Hago
un par de acordes y están todos sorprendidos. Me río
porque en el país de los ciegos, el tuerto es rey, ja. No
soy tanto el animador porque mi gusto musical no está
tan relacionado al del resto. Me gusta el rock de los
60´ y 70´.
Queda claro que la música es mucho más que un hobby
para el ex Defensa y Justicia. Más allá de su constante
práctica y el escribir canciones para un futuro cercano,
el portero de 35 años se encarga día a día de dejarle
una enseñanza a sus pequeños Romeo y Joaquina.
“Intento inculcarles lo que entiendo como buena mú-
sica. Es algo poderoso e influyente. No te puede dar
lo mismo escuchar un reggaetón que Freddie Mercury,
por dar un ejemplo. Se los voy a enseñar y, cuando lle-
gue el momento, si les gusta otro tipo de música, los
voy a respetar”, asegura Pellegrino.
¿Ves en el rock una profesión para después del fútbol?
Voy a intentarlo. Es algo muy difícil. Hablaba con un
amigo que es músico y me decía que hay mucha miseria
en la música. Capaz te llaman para tocar en su espacio
y te bajan a último momento porque un representante
prefiere poner una banda suya. Ojo, es cierto también
que el fútbol te abre puertas. Tenemos un plus.
¿Y seguir relacionado a la pelota como director téc-
nico o directivo?
Hace unos años, pensaba que no iba a seguir ligado al
fútbol. No es el ambiente que más me gusta. Pero no
puedo hacer como Daniel Osvaldo que tiene 50 palos
en el banco y decidió dejar el fútbol de un día para el
otro. Estaría buenísimo, pero la realidad es otra. Ten-
go que seguir y la entrada más rápida es continuar en
el mismo ambiente. Cuando llegue el momento, veré
que hago.
Si te dieran la posibilidad de elegir en una segunda
vida el fútbol profesional o la música, ¿con qué te
quedarías?
Difícil. Creo que elegiría el arco una vez más, pero a
la tercera no se, ja. El fútbol es una carrera muy corta,
que te permite retirarte y tener tiempo para dedicarte
a otra cosa. Los Rolling están llegando a los 80 años y
siguen tocando. El arquero tiene 40 y se acaba.
En esta edición especial de la #RevistaHuracán por
el cumpleaños del club, ¿qué mensaje tenés para
los quemeros y las quemeras? ¿Cuál es tu deseo de
cara al futuro?
Me gusta que los clubes crezcan y la gente esté conten-
ta. Hay un negocio muy grande detrás de la pasión de
los hinchas. Quiero que el socio o el que compre una
entrada esté feliz. Huracán es un club muy popular. Mi
mamá me contaba siempre que mi abuelo era fanático.
No lo conocí, es lo único que recuerdo de él. Ojalá me-
jore todo lo que se pueda y podamos ganar títulos.