Revista Huracán - Edición número 12 Edición 12 | Page 17

Fútbol Amateur | Por Catalina Pace ¿Los profesores van cambiando o suelen quedarse los mismos? Javier una de las cosas que más busca es ir cambiando, poder mejorar. Eso es algo que suma un montón por- que te permite también crecer tanto como entrenador y como club. Yo aprendí un montón, arranqué con dos categorías y ahora tengo cinco. ¿Qué destacarías del grupo? Lo más importante es formar personas y que después lleguen los resultados. Se nos están dando los dos, son grupos divinos pero que también buscan ganar. Todos queremos ganar, todos queremos ascender, pero antes los formamos como personas, que es lo fundamental. ¿Cómo sentís el rol de la mujer siendo profe? ¿Te marcan la diferencia? Me hace sentir muy cómoda que abran tanto el lado femenino acá, me siento como si fuese una más, que es lo que debería pasar en todos lados. Y lo mismo pasa con los jugadores, me tienen mucho respeto y es lo que busco. Si bien al principio era raro, y también está bueno divertirse, a la hora de entrenar hay que callarse y trabajar. ¿Creés que se está cambiando en el fútbol femenino? La verdad que sí. El fútbol femenino venía diez esca- lones debajo de cualquier otro deporte. Si bien es un proceso muy largo y que creo nunca se va a llegar al espectáculo de lo que es el masculino, está crecien- do mucho y las más chicas sueñan con poder vivir de esto en su país, que antes era algo impensado. Falta un montón todavía, pero de a poco se va cambiando. Tenés pensado armar un equipo para la Liga Feme- nina, ¿cómo es eso? La Liga Metropolitana. Es sub 16, sub 14, sub 12 y 11, y sub 10 y 9. El problema es que cuando se planeó esto, costaba mucho el crecimiento. Esto surgió en mayo, empezamos y teníamos un montón de chicas, pero la Liga no estaba ayudando y no tenían competencia, sólo podían jugar amistosos y era aburrido. Pero el año que viene ya hablamos con “Javi” que arrancamos desde principio de año, el momento en el que todavía las chicas no se fueron a otro club. Claro está que la joven no piensa quedarse solo con la experiencia que tuvo hasta ahora y que va en busca de más. Con cara de alegría al recordar los momentos con “sus chiquitos”, no duda ni un poco cuando se le pregunta si piensa seguir trabajando en el club: “Si se da, obvio que sí, hay que meterle para adelante. Soy muy feliz acá”. Candela con sus alumnos. 17