REVISTA HURACAN - junio-julio-simples 21 | Page 30

GERARDO MORALES: “TENGO LOS RECUERDOS MÁS LINDOS DEL CLUB” Por Santiago Nigro Llegó a la quema en el 2001. Cruzó el charco para triunfar en el fútbol argentino y poder cumplir el sueño de jugar en un equipo grande. El pequeño delantero apodado Karibito (por su grupo de cumbia), que tuvo un paso fugaz por Parque Patricios, desde EEUU recuerda su huella en el globo. ¿Qué es de tu vida hoy? Acá estoy, del otro lado del continente viviendo con mi señora y tres hijos hace ya 7 años. Mi cuñada vive acá en Atlanta y por eso, luego de dirigir en Rentista y tener una salida no tan grata, opté por probar suerte en Norteamérica y hoy debo decir que estoy muy bien. En la actualidad trabajo de entrenador, dirijo chicos de 10, 12 y 16 años en la Academia local “DDYSC WOLVES”. Me tratan de muy bien desde el primer día, ahora me ofrecieron el cargo de coordinador de profesores y vivo muy contento todo lo que me esta pasando. ¿Notás diferencias entre las juveniles de USA y las de Sudamérica? Sí, es muy claro el margen que hay en cuanto al proceso de aprendizaje. Tanto en Argentina como en Uruguay un pibe nace jugando al fútbol, ya desde los 4 años juega en un patio o en la calle, acá es mucho más lento el proceso. Recién a los 8 años los padres mandan sus hijos a las academias a practicar fútbol, ahí ves los 4 años de atraso. Gerardo siempre estuvo acompañado de su familia. De sus tres gurises varones, el mediano y el más pequeño siguieron la profesión del padre y ya compiten en sus categorías. Compartiendo el mate en todo momento, aferrados a esa tradición charrúa que llevan a cualquier parte del mundo donde les toca estar, Karibito entre cebada y cebada siempre recuerda acnédotas de su expedición en la quema.