Introducción a Iván Ilich
Iván Ilich, dentro del libro, es un burócrata que vivió
en la Rusia del siglo xix e interactuó en un entorno
donde la apariencia del ser pragmático, que siempre responde con decoro y modales a toda situación de la vida, que es efectivo en su trabajo, que
vive en unas condiciones bastantes envidiables y
que está relacionado con los que tienen el poder
político y económico, es de fundamental importancia. Hace especial énfasis en este aspecto ya que él
quiere proponer la siguiente pregunta: ¿es acaso
esta apariencia algo sustancial?
Dicha pregunta es planteada para poder hacer una
crítica al sistema burocrático de su tiempo. Esto se
puede notar en comentarios sarcásticos que hace
el narrador en los primeros capítulos del libro, en
el énfasis sobre la relación Iván Ilich – percepción
social, en cómo el mismo Iván percibe esta relación
y se ve afectado por ella, puesto que esto marca
varias dinámicas dentro del libro, y en lo crueles e
inhumanos que son pintados los personajes que
comparten esta vida burocrática con Iván, ya sean
sus compañeros de trabajo, su familia, o sus «amigos».
También se desarrolla otra dinámica paralela a la
fábula1, y sin embargo, se ve nutrida de esta, ya que
esta dinámica es el desarrollo del personaje principal y su posición frente a la vida. En este desarrollo, Tolstói, además de plantear el vacío de la vida
moderna, introduce preguntas del tipo existencial,
como ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿cuál es el objetivo de la muerte?, ¿qué es el valor?, entre otras.
Como se mencionó antes, estas preguntas se van
nutriendo a lo largo del libro en una relación inversa
con la salud de Iván Ilich, es decir, que mientras él
se va degradando físicamente a causa de la enfermedad, sus reflexiones en torno a estos temas se
vuelven más profundas.
Iván Ilich y su infancia
Como se ha mencionado en los párrafos anteriores,
la historia principal de este personaje se desarrolla en su plano psíquico: entre más se acerca el
final, más relevantes se vuelven los comentarios y
reflexiones que hace Iván en torno a él y a su vida.
Uno de estos nace en el momento en el que está
reflexionando acerca de los momentos felices de su
vida. En esta reflexión Ilich se da cuenta que entre
más retrocede en el pasado más felices le parecen
los momentos vividos. Sin embargo, Tolstói al principio de la historia no hace ningún énfasis en esta
infancia, sino que, por el contrario, solamente hace
una mención entre líneas. Este aspecto dificulta el
determinar cuál es la trascendencia de la infancia de
Iván Ilich en el personaje, pero ya se tiene una pista,
esta es el hecho de que la recuerde como la época
más feliz de su vida.
También es de resaltar la siguiente frase del libro:
«En la escuela de jurisprudencia ya era lo que habría
de ser toda su vida» (Tolstói, 1886, p. 18). Esto hace
suponer, primero, que Iván Ilich siempre había sido
igual y, segundo, que bien sea en la infancia o en
la adolescencia, ya había formado su personalidad, y con esta sus propósitos de vida, su forma de
interactuar con el resto de la sociedad, su filosofía,
entre otras.
Por último, son resaltables los siguientes párrafos:
Y él comenzó a repasar los mejores momentos de
su vida agradable. Pero, cosa extraña, los mejores
momentos de su vida agradable le parecían ahora
completamente distintos a como entonces los
imaginara. Todos, menos los primeros recuerdos
de su infancia. Allí, en la infancia, había algo
realmente agradable que, en caso de volver, podría
proporcionar un sentido a la vida […].
[…] Y en cuanto más se apartaba de la infancia y más
se acercaba al presente, más minúsculas y dudosas
eran las alegrías. Esto empezaba en la escuela de
jurisprudencia. Allí había aún algo realmente bueno:
había alegría, había amistad, había esperanzas.
(Tolstói, 1886, p. 64)
Es curioso que Tolstói le dé esta importancia a la
infancia de Iván Ilich finalizando el libro, cuando
nunca se menciona esta y no hay ninguna descripción de los eventos mencionados. De tal manera
que solamente se pueden hacer hipótesis sobre ella.
Esto hace creer que Tolstói está usando la infancia
de Iván Ilich como un elemento argumentativo para
demostrar el vacío, tanto de sentido como emocional, de la vida burocrática. Hecho se ve resaltado en
las siguientes frases: «[…] Allí, en la infancia, había
algo realmente agradable que, en caso de volver,
podría proporcionar un sentido a la vida», y «[…]
en cuanto más se apartaba de la infancia y más se
Iván Ilich nace, estudia en la escuela de judicatura hasta los dieciocho años, trabaja en distintos cargos en diferentes provincias de
Rusia, se casa y forma una familia con Praskovia Fiódorovna, consigue un mejor empleo en San Petersburgo y compra una nueva
casa en este lugar; en la remodelación de dicha casa se golpea en el costado y, a raíz de ese golpe, se enferma. Iván Ilich muere.
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