Revista Greca Revista Greca Número 2. | Page 74

contexto, todo estaría inevitablemente ligado a un ser semejante a dios que no solo podía acabarlo todo de un golpe y fragmentarlo en pedazos, sino que, además, estaría a cargo de todas las decisiones que afectaran su vida sin que pudiese hacer nada?   Solo el esclavo puede comprender el temor producido tras un extraño escalofrío y, en lo profundo, había un agudo pesimismo el cual acabó con sus motivaciones, objetivos y demás cosas ya mencionadas. Pues, quien sabe que su vida está en manos de otro deja de disfrutarla. Después de todo, al final, lo único que tenemos en realidad es el control de ella, o al menos eso queremos creer.   Después de esto, según sus más cercanos, dejó de ser él mismo. Pasó de ser un enérgico chico a otro amargado, pesimista, que usaba para toda la excusa de, «Lo que pase es responsabilidad del reflejo».   Hubiese seguido hundido de no ser por su forzosa inscripción a un psicólogo, alentada en parte por su hermanastra. Estas terapias no sirvieron de casi nada. No daba señales de progreso, ni siquiera quería revelar ningún detalle de su extraño temor. Solo dieron fruto en una ocasión.     Su médica encargada, tras percatarse de su temor aparentemente irracional hacia los espejos, decidió experimentar con uno para así intentar desentrañar los misterios que le envolvían. Le encerró en un cuarto lleno de espejos atado a una silla y así se dispuso a oír lo que ocurriese de ese lado de la puerta.   Después de un minuto exacto, el hombre empezó a gruñir, a quejarse diciendo que le dejase salir. No tardó en empezar a pedirlo a gritos cada vez más desesperados. Los golpes llegaron lentamente como la percusión que acompañaba sus gritos formando así una 66