en el departamento ya que sus compañeros y superiores lo menospreciaban. Al caer el
invierno, Akaki precisa de un capote para protegerse del frío, y llega a extremos para
conseguir el dinero necesario. Una vez logra su cometido y compra su capote, la vida para
él cambia totalmente, sus antes groseros compañeros y superiores ahora le tenían mucho
respeto, lo invitaban a sus fiestas y eventos. Hasta que, camino a una de estas, le roban
su capote. Como consecuencia, Akaki debe pasar la dura burocracia de su gobierno para
intentar recuperar lo que le han arrebatado, pero esta vil organización de millares de
departamentos y funcionarios sin ningún propósito aparente termina siendo la muerte
de Akaki. No obstante, él volvería, esta vez como espíritu, para atormentar a aquellos que
lo llevaron a la miseria, robándole a cada uno de ellos su capote. La locura del cuento que
nos quiere mostrar el autor es la de la sociedad, pues es ella la que valora y enaltece a las
personas según las vestimentas que posean.
El siguiente relato a analizar será «La nariz». Está divido en tres partes. La primera
narra de manera muy breve cómo un barbero se encuentra la nariz del asesor colegiado
—otra palabrota usada para describir un trabajador del órgano de administración del
Gobierno— Kovaliov, a lo cual procede con intentar tirarla al río hasta que se encuentra
con un comisario que se lo impide. La segunda parte narra cómo Kovaliov vive con esta
tragedia de haber perdido su nariz casi que por arte de magia y sin dejar rastro alguno.
Intenta localizarla y pone la queja con alguien. Mientras está pasando por el arduo trabajo
de hablar con funcionarios para arreglar su problema —casi la misma situación por la que
pasó Akaki—, tiene un encuentro con una bella doncella que lo rechaza cuando se percata
que no tiene su nariz. Además, es burlado por un trabajador de la oficina de anuncios
cuando le ofrece una fumada de su cigarrillo, pues de qué le sirve fumar si no puede sentir
el olor del humo. Kovaliov regresa indignado y casi que sin esperanzas a su casa, donde
reflexiona sobre su pérdida.
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