Revista Foro Ecuménico Social Número 8. 2011 | Page 90

Responsabilidad Social y Ciudadana los pueblos. Dice Ernesto Sábato que la educación nunca puede convertirse en un privilegio. La educación hace que seamos mejores socialmente, y hace que los países progresen económicamente. En ese suelo de la educación, está la base sobre la cual tendríamos que funcionar como personas, como grupo y como país. Tendríamos que ser capaces de establecer criterios de prudencia, sobre todo entre esos gestores que nos han estado manejando en los últimos tiempos, y no me refiero solo a los gestores bancarios. Y cuidar de nuestro buen nombre y de nuestra reputación, porque seguramente lo único que no se puede perder por las instituciones financieras y por nadie es la reputación. Además, tener sentido de la responsabilidad, que es no querer para otros lo que yo no quiero para mí mismo. Y ser trasparentes, ser capaces de ver a través de lo que estoy haciendo. Cumplir aquello que Séneca dijo, y que cobra fuerza a medida que pasan los siglos: “di lo que debes y haz lo que dices”. Naturalmente, un cierto sentido de austeridad, austeridad personal y austeridad institucional, que a todos nos viene bien, y el espíritu de servicio que es algo inmaterial pero que es algo que se reconoce a simple vista. Multilateralidad Estamos con nuevos actores con nuevos guiones. Estamos en un tercer punto que tiene que ver con algo fundamental, porque de verdad como nos habíamos creído todos ricos, resulta que dejar de creerse rico es algo muy complejo. Cuando uno se acostumbra a lo bueno, le cuesta dejarlo de lado. Y cuando uno duerme en un colchón maravilloso, al final le cuesta trabajo dormir en el suelo o sin colchón. En el libro “Algo va mal”, Tony Judt dice: “En 2005, el 21% de la renta nacional norteamericana estaba en manos de solo el 1% de la población. En 1968, el director ejecutivo de General Motors se llevaba a casa en sueldo y beneficios, unas 66 veces más que la cantidad pagada a un trabajador típico de General Motors. Hoy, 2010, el director ejecutivo de Wall Mart gana un sueldo 900 veces superior al de su empleado medio. De hecho, este año se calculó que la fortuna de la familia fundadora de Wall Mart era aproximadamente la misma, 90.000 millones de dólares, que la del 40% de la población estadounidense con menos ingresos, 120 millones de personas”. Dato de un libro de un genio desafortunadamente desaparecido a los 62 años. Tenemos que aprender a gestionar la empresa, tal como están las cosas, de una forma diferente. La empresa no es solo en este momento capital y trabajo; es seguramente una obra que realiza un conjunto de personas pensando en unos objetivos que tienen que sacar adelante, basándose en la cultura de empresa, y tratando que al tiempo que hace bien su trabajo, sea capaz de dar resultado, crear puestos de trabajo, ser innovadores, ser eficientes, ser competitivos, y además tener un fuerte compromiso social con la región, la ciudad, el país donde esté instalada esa empresa, o con el barrio, si es una pyme. Tenemos que ser capaces de integrar nuevos conceptos que aparecen y desaparecen aunque no nos demos cuenta. El primero de ellos es la multilateralidad. Cuando Obama en su campaña electoral de hace dos años, hablaba del “yes, we can”, hablaba del “podemos”, en plural, porque en el fondo de lo que se trata ahora mismo es Sostenibilidad es satisfacer las necesidades del presente, sin poner en peligro que futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades. Eso nos corresponde a todos. FORO •109