Revista Foro Ecuménico Social Número 8. 2011 | Page 18

Reconciliación y religión Federico H. Schäfer Reflexión acerca de los valores Pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata A propósito de las campañas electo- Se ha dicho que las crisis económico-financieras más que eso, son crisis de “valores”. Como en relación a este término existe cierta confusión es atinado reflexionar acerca del mismo. 36• FORO rales como así también en relación con las crisis económico-financieras de los últimos tiempos, se ha venido hablando reiteradamente de “los valores”. Por ejemplo, se ha dicho que las crisis económico-financieras más que eso, son crisis de “valores”. Como percibo que en relación a este término existe cierta confusión considero atinado reflexionar un tanto acerca del mismo. Los valores son aquellas pautas básicas por las cuales se rige nuestro actuar cotidiano en todas las esferas de la vida, particularmente en el relacionamiento con nuestros semejantes y la sociedad en la que convivimos. Son ejemplos de tales valores la justicia, la libertad, la responsabilidad, etc. Estas pautas no son absolutas e inamovibles; nacen del consenso de las sociedades y pueden sufrir modificaciones a través de la historia. En ellas se reflejan a su vez principios religiosos, ideológicos, costumbres étnico-culturales como así también circunstancias históricas. Hay valores que trascienden los tiempos y los pueblos como el de la justicia, aunque con acentuaciones diversas. Los valores están relacionados entre sí en forma interdependiente y forman un “sistema de valores”. Dentro de un sistema de valores existe una escala de valores, según el peso y la trascendencia de cada uno de ellos. Dentro de un mis- mo sistema, con el correr del tiempo y el cambio de las circunstancias, los valores pueden cambiar de rango en la mencionada escala. Por ejemplo: actualmente en el mundo occidental la libertad individual para muchísima gente tiene una importancia mayúscula; en otros tiempos o aún en otras áreas de nuestro planeta, lo importante era la libertad del conjunto de todo un pueblo, digamos ante continuas opresiones foráneas. Los valores a su vez se basan sobre premisas de valores. Aunque difíciles de definir, forman el substrato sobre el cual los valores pueden desarrollarse. Estas premisas las constituyen experiencias humanas primigenias y autoevidentes como por ejemplo la experiencia de la vida misma, el amor o la dignidad. Si no hubiera vida, no habría acciones y por tanto no habría necesidad de orientarlas. Si no asignáramos dignidad al ser humano y a los demás seres vivientes, no valdría la pena reflexionar sobre valores y normas éticas. Aquí es el punto donde en este debate sobre los valores empalmamos con nuestras creencias religiosas o convencimientos filosóficos. Para quienes nos confesamos cristianos (protestantes) la premisa para la valoración de nuestro actuar, es el actuar liberador y amante de Dios como se manifestó en el actuar de Jesucristo. Su actuar para y por el individuo y todo el mundo es anterior a todo actuar humano. Su oferta de amor y misericordia antecede a toda