Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 69

Desarrollo y Diálogo Guillermo Oliveri, Retos para la integración de los inmigrantes Secretario de Culto de la Argentina La Argentina está conformada por una fuerte impronta inmigratoria. Las corrientes inmigratorias más fuertes se dieron en las últimas décadas del siglo 19 y hasta mitad del siglo 20. En un momento llegaron a ser más del 150% de la población en relación con los nativos. Encontraron una actitud abierta y receptiva y sin inconvenientes pudieron participar en todas las actividades del ámbito privado y público: la economía, la ciencia, la cultura e incluso la política. Con el tiempo se sintieron parte del país y colaboraron en la identidad de la nción con sus tradiciones culturales y religiosas. A partir de las últimas décadas del siglo 20 las corrientes inmigratorias más numerosas y constantes son de origen latinoamericano. Las razones principales de su venida son económicas y sociales y en algunos casos políticas. Argentina fraternalmente les abrió sus brazos. Se sienten cómodos en el país e intervienen en diversas actividades laborales, principalmente manuales, pero también comerciales e industriales. Por medio de sus colectividades aportan una gran riqueza cultural y religiosa. Si con las primeras corrientes inmigratorias se fue dando una “europeización” de nuestro país, con los recientes contingentes se incorporó el componente “latinoamericano”. Este hecho se inscribe en al actual proceso histórico y político que vivimos en América latina y el Caribe de un mayor acercamiento e interacción entre los países de la región que tiene como una de las expresiones el Mercosur, con el cual la Argentina está firmemente comprometida, y la aspiración a una Patria Grande soñada por los próceres San Martín y Bolívar, por el que todo latinoamericano se sienta en cualquier otro país como en su tierra. En Argentina la inmigración no es un problema, tal como sucede, por ejemplo, en Estados Unidos y Europa. En esto coincidimos con el Papa Benedicto XVI cuando dijo: “La realidad de las migraciones no se ha de ver sólo como un proble ma, sino también y sobretodo como un gran recurso para el camino de la humanidad” (Ángelus, 14 de enero de 2007). Nuestro reto no es cómo frenar el ingreso de los inmigrantes y controlar su estadía, sino cómo planificar su presencia y actividades incorporando sus características y sus capacidades en la construcción de la nación. En el Preámbulo de nuestra primera Constitución se convoca a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, sin distinción de Argentina fraternalmente les abrió sus brazos. Se sienten cómodos en el país e intervienen en diversas actividades. FORO •87