Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 71
Desarrollo y Diálogo
María Kodama,
La ética y la libertad
Presidente de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges
En este mundo signado por el egoísmo y lo material, hay gente que intenta
cambiar de signo y brindar espacios para
la reflexión y también para algo cada vez
más dejado de lado: la educación. Borges siempre estuvo contra todo totalitarismo, contra todo aquello que coartara
la libre expresión de pensamiento; todo
podía decirse si se hacía con respeto y altura. Es más fácil entender la admiración
que Borges sentía por Sarmiento cuando recordamos su famosa frase “hay que
educar al soberano”. El soberano es el
pueblo y es sólo a través de la educación
como se lo capacita para poder elegir en
libertad a aquellos que lo gobernará.
Otro concepto importante para Borges era el respeto. Desgraciadamente,
hoy parece un concepto cada vez más
en desuso. Por ejemplo se ha perdido,
en muchos casos, la relación a través del
diálogo entre padres y maestros y es común leer en los diarios las agresiones de
que son víctimas los maestros no sólo
por parte de los alumnos sino también
de sus padres. ¿A dónde se llega con
esto?
Hay una confusión en el real significado de las palabras, y entonces se mezcla autoridad con autoritarismo y libertad con libertinaje. Una anécdota de
Borges muestra claramente el peligro de
no usar las palabras en su sentido arquetípico. Caminando por Florida y un señor le dijo: “lamento que usted sea un no
vidente”. Borges, con calma, le respondi