Revista Foro Ecuménico Social Número 11. 2015 | Page 62
Responsabilidad Social y Ciudadana
Juan José Almagro
Apariencia y realidad
Profesor de las universidades Complutense y de Alcalá de Henares.
Presidente de la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social
“Hay que aprender que se es
La transparencia que
ahora tanto
se demanda es algo
más que una vacuna
contra la corrupción,
pero no llega a ser
una respuesta
definitiva a esa lacra.
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un necio” afirma Michel de
Montaigne en el último capítulo de sus “Ensayos”. Y
bien cierta parece tal reflexión
cuando, gracias a la experiencia, nos damos cuenta de que
en nuestro diario discurrir, por
mucho dinero que se invierta en tareas cosméticas y aunque algunos se empeñen, ni las
apariencias ni las palabras remiten a la
realidad, algo de lo que ya nos habían
avisado los clásicos -con Platón a la cabeza- sin que hayamos sabido aprovechar tan sabia consejo. Los seres humanos somos muy contradictorios y esto
de caer en la cuenta de algo o “bajarse
del guindo” (versión pedestre y profana
de la caída del caballo de Pablo de Tarso) no es algo que suceda todos los días;
ocurre de tarde en tarde porque, en ocasiones, los engaños duran años, muchos
años, incluso toda la vida.
Y hay asuntos o acontecimientos
que tienen una muy difícil explicación
y ningún encaje razonable. Por ejemplo,
se cumplieron en 2014 diez años desde
que a los originales nueve principios del
Pacto Mundial de Naciones Unidas, que
data del año 2001, se añadió un décimo
y, por ahora, último, la lucha contra la
corrupción: “Las empresas deben tra-
bajar contra la corrupción en todas sus
formas, incluidas extorsión y soborno”,
reza literalmente el texto. El Pacto Mundial, como es sabido, es un instrumento
que compromete voluntariamente a empresas e instituciones a adoptar, apoyar
y promulgar, dentro de su esfera de influencia, un conjunto de principios fundamentales (deberes morales, es decir,
valores, pero también normas positivas)
en las áreas de derechos humanos, preceptos laborales, medio ambiente y lucha
contra la corrupción. Considerando el
total de empresas e instituciones que han
suscrito los principios del Pacto en todo
el mundo (más de 12.500 en 145 países),
los firmantes del Pacto en España, incluidas 30 empresas del Ibex, son casi
2.600 entidades, más del 20 por ciento
del total y, como es lógico, tal circunstancia nos permite sacar pecho y presumir de la red local con mayor número de
adhesiones. Ahí queda eso...
Al tiempo, por notorio, es sabido que
después del desempleo el segundo problema que más preocupa a los ciudadanos españoles, según las encuestas del
CIS, es la corrupción política, un delito
en el que la autoría es múltiple: corrompido y corruptor, uno que trinca y otro
que da; una persona que ostenta algún
cargo público (y que “acepta y busca doradas propinas”, como escribe Antonio