Revista Esbirra Nº 11 - Mayo de 2018 Revista Esbirra Nº 11 - Mayo 2018 | Page 36
—Ahora ando con ganas de agrandar el equipo –reconoce Recaite y luego es-
pecifica– a 50 litros de producción final. Hace una pausa y vuelve a insistir
con su actitud ante la birra.
—Pero siempre con la misma idea: yo hago para mí.
Lo que busca Rodrigo son ollas de 50 y 70 litros aproximadamente. Pero
de acero inoxidable.
—No tengo nada contra el aluminio, no trae problemas, no trae inconvenien-
tes. Pero me quiero pasar al inoxidable. Quiero algo más duradero. Y quiero
cocinar una vez y tener más cantidad.
El equipo de Recaite no tiene un lugar propio: se usa, se desmonta y se
guarda a la espera de la próxima birra. Pero no ha de ser así por siempre.
—También quiero comprar una estructura para tenerlo armado: así como está
hoy –cuenta el cervecero-, tengo que desarmar todo y apilarlo en el garaje.
El kit y poca cosa más.
—Lo que agregué fue la ta-
padora. Porque con el kit
venía la de martillo. Pero
rompí tantas botellas con
esa, que la terminé tirando a
la basura. –cuenta Rodrigo
y señala el pequeño apara-
tejo de dos palancas para
colocar las tapas corona en
las botellas. Luego agrega:
—Para las de litro anda per-
fecto. Para los porrones ne-
cesitás la de palanca tipo
prensa…
Quemador radial / Foto R. G.
El quemador de este equipo es tubular y radial; de unas 12.000 calorías
aproximadamente. Tal vez no sea el óptimo. Pero cumple dignamente con su
objetivo de hacer hervir el mosto. Para el macerado, el equipo de Rodrigo no
cuenta con un doble fondo de los que se puede ver habitualmente. Sino uno
que se asemeja a un plato de sopa con centenares de pequeños orificios. Esto
no cubre todo el fondo de la olla; va invertido, con el lado cóncavo hacia
abajo. Un caño sin soldar lo conecta al grifo de desagote de la olla.
Tapadora / Foto R. G.
Vistas del fondo falso o filtro para el lavado / Foto R. G.
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Si bebe no conduzca.