Revista EntreClases Nº 6. Mayo 2020 | Page 38

Capturar y reutilizar el dióxido de carbono se presenta como una herramienta para luchar contra el cambio climático.

En determinados procesos industriales sustituye a disolventes orgánicos tóxicos, de más difícil manejo, y que dejan trazas en las sustancias con las que interactúan.

Varios proyectos de investigación intentan acelerar el paso del laboratorio a múltiples usos comerciales. Como refrigerante, como combustible, para fabricar bebidas carbonatadas, para el cultivo de microalgas, para descafeinar el café y desgrasar el cacao, para eliminar pesticidas del arroz, para obtener aceites y esencias destinadas a la cosmética o la farmacia…Tras conocer el último informe las terribles consecuencias que le esperan al planeta si mantenemos el actual volumen de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, conviene, primero, reducir drásticamente esta carga a la atmósfera y, segundo, aprovecharla y derivarla hacia otros usos para que no contribuya a multiplicar el efecto invernadero.

EL CO2 COMO MATERIA PRIMA