Revista EntreClases Nº 5. Enero 2020 | Page 43

Sin embargo, padezco la enfermedad de quien pretende ser constantemente

el cuadro favorito de cualquiera, y sobre todo de su alguien.

Y a veces simplemente no se puede, porque no todo el mundo sabe valorar el arte.

He adornado interiores de todo tipo solo para engañar a mis orígenes

haciéndoles creer que estaban en aquel cuarto que a pesar de apagar mis tonos, me hizo ver.

Desde entonces amo los sitios tenebrosos y aquellos que más rotos están

para que sientan que en el abstracto yo que decora mi lienzo hay más caos que en ellos mismos.

Y no sé por qué, pero les calma.

Luego dejo allí mis pasados y mis ansiedades y me voy,

siempre con más miedos que con ganas y dejo allí,

entre bostezos, tropezones y sin sentidos;

mis colores favoritos.

Porque si me anclase en todo lo que he sido,

yo no tendría la suerte de elegir como espejo a un lienzo en blanco.

Laura Suero, alumna de 2º de Bachillerato