Si tuviese que elegir un espejo al que enfrentarme, optaría por un lienzo en blanco,
ya que al fin y al cabo es un poco lo que he sido siempre.
Sería el medio en el que muchos vomitarían.
Lo sé porque me he pasado muchas noches siendo luna aullada por los lobos sedientos de cariño.
Y siempre que he querido acercarme a ellos para consolarles, justo cuando estaba a punto de amor, me entraban bostezos y me marchaba; amanecía.
Para otros sería el medio en el que empezarían preciosas obras que acabarían en añicos.
Y yo lloraría su falta de valentía por acabar las cosas achacando a que no soy el sitio que buscas si quieres crear algo bonito desde cero.
Esa falta de quererme siempre la he cubierto con una gama de colores
que apenas ha dejado ver a nadie mi fondo blanco.
A menudo han rozado sus yemas mis inverosímiles pinceladas,
y se han maravillado por la luminosidad que pretendían desprender.
Pero nadie se ha parado nunca a preguntarme qué tapan.
MUSEOS