Revista EntreClases Nº 5. Enero 2020 | Page 12

Solo tenías ganas de echarte a volar y mi querida niña, confundiste los buitres con las mariposas.

Pero quién iba a pensar que esos cosquilleos simplemente eran ganas de comerte, muerta.

Ya ni recuerdas a qué sabían las nubes; tú, qué siempre has sentido que has nacido para comerte el mundo.

Ni siquiera crees ya merecértelas.

Suspiras alivio cuando consigues quedarte sola en la jaula pensando que es el paraíso y no sabes que detrás de las verjas está tu vida.

Has revuelto todos los rincones cuando se ha ido.

Has roto los espejos, por no verte esas marcas;

has justificado tus lágrimas, por tener ansias de sed.

Tienes las sienes trabajando en la redundancia.

De aquellas infames acciones que hiciste, de aquellas miradas que echaste, de aquellas noches que bailaste de más. que hablaste de más, que fuiste de más.

“No tendrías la cara maquillada de púrpura sino fuese por tu culpa.”

Ojalá no fueran ni 25

OJALÁ NO FUERAN NI 25