En Blanco Revista Literaria Cultural
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Como el viento de otoño arrastrando las hojas caducas de esta temporada
⎯Roni Reymer Poma Huaroc⎯
M U J E R
⎯Yhonatan Aviel Perez Villanueva⎯
Me pregunto sobre el amor Y aún no encuentro respuesta ¡ Sólo te imagino !
Tal vez tus labios puedan darle solución a esta pregunta vaga y obsoleta .
El amor es algo así como un vaso de cerveza ; sólo el tiempo deja que las burbujas formen espuma que al ser botadas al piso empieza a desaparecer . Esperé tres años este momento , pero mi pierna dormida no logra despertarse de este pavimento que va traicionándome ferozmente en mi recuerdo . Estuve preparado para decir lo suficiente , pero el nudo en mi garganta acalla y asfixia mi voz en mi silencio . El viento golpea mis sentidos , trayendo con su vaivén un “ te quiero ”, cuyas ocho letras hicieron que aquel infinito día la ame como jamás amé a nadie e hizo que selláramos nuestro amor con un ingenuo abrazo .
Todo comenzó el primer día de otoño , cuando el sol centellaba sus rayos con gran poderío cerca de un parque cuyos arboles caducos emanaban soledad y nostalgia . Me llamó la atención aquella muchacha de limpia sonrisa y cabellos agitados , ropa nueva y elegante que me hizo pensar que era unas de esas chicas que seguían ciertos estereotipos sobre cómo poder ser más femenina y atraer a los hombres usando tal o cual disfraz . Boca rosada , de un color infinito , debajo de una nariz casi perfecta . Pechos medios y de forma delicada , debajo de un polo escotado gris y sus piernas delgadas apresurándose en dar unos pasos más rápidos , mientras sus ojos jugando con el viento se cruzaban con las mías , nerviosa y decidida se acercó a mí . El olor que emanaba me transportó al mismísimo cielo . Cuando noté su presencia , brotó de su rostro angelical una sonrisa que me tuvo idiotizado por unos cuantos segundos , noté entonces la luminosidad de sus dientes al chocar con el sol . Sin pensarlo , en un abrir y cerrar de ojos , se alejó haciendo su silueta más pequeña , volteando el pabellón gris al costado del parque . Sus piernas perdidas parecían buscar dónde dar el siguiente paso .
El semáforo está en rojo hace ya unos segundos . Evita chocar con algún desorientado transeúnte mientras su vista se pierde en aquel vacío azul .
Viene a mi mente el día en que cruzamos palabras por primera vez , yo tartamudeaba cada letra y ella reía de lo que le decía . La invité a salir , y sin pensarlo , un tiempo después , compartíamos algo más que una amistad .
Seguramente no era un momento oportuno para pedirle explicaciones por su primera falta a una de nuestras tantas citas y por su desaparición durante un largo tiempo . Sólo quería decirle que la extrañaba y que dejó un enorme vacío en mí cuando se alejó de mis ojos y de mi mente , más no de mi corazón . Cada paso me emociona más que nunca , pero ella sigue ahí desorientada como fingiendo no reconocerme .
Terminado el año , el invierno parecía más enfurecido que nunca . Como de costumbre el reloj parecía ahogarme la paciencia . Todo estaba bien hasta ese momento , yo era su mejor amigo y ella el mío . La invité a una cita , pero no como las otras citas , ésta era bastante especial pues iba a confesarle mi gusto y mi amor por ella . Seguramente le agradaría ya que en más de una ocasión aseguró sentir lo mismo . Esperé hasta las siete ya que supuse que estaría arreglándose . Los minutos avanzaban y aquella cita de las seis se hizo la más larga de toda mi vida , mas mi orgullo estalló y me alejé de aquel lugar .
Mis manos intentan acariciar su suave rostro . Sus labios rosados , como aquel suéter que traía puesto , intentan decirme algo . Supuse que me había reconocido y esperé oír un “ te extrañe durante todo este tiempo , lo siento ”, pero el silencio dejaba filtrar el claxon de los vehículos que desesperadamente avanzaban al cambiar el color del semáforo , dejando escuchar la tristeza que emanaba del silencio . Sus ojos lagrimosos dejaban notar un brillo diferente y el vaivén de su cabello acariciaba de ratos mi hombro . Su manos desesperadas intentaban alcanzar algo , traté de adivinar su inquietud , pero alrededor nuestro no había cosa alguna . Quedé perplejo cuando intento alcanzar mi rostro , sus gestos demostraban desconfianza , pero ¿ desconfianza , por qué ? De pronto una voz algo tosca cortó el viento dejando una rara impresión en mí , “ disculpe señor , mi hija es ciega , siento que lo haya molestado ”. Caí de rodillas desesperado , el vacío me consumía . Nunca entendí que fue lo que pasó realmente en aquella tarde . Molesto no les creía nada de lo que me decían “ cómo puedes ser tan ingrato ” “ parece que se va a morir ” y tantas otras cosas más . Parecía que todo era cierto , la causa para que no llegara a nuestra cita fue accidente de tránsito que dañó gran parte de su cerebro y como consecuencia perdió la vista .
Ahora ya es tarde y las ganas de pedir perdón avasallan mi ser . Abrazarla , transmitir mi confianza y nunca dejarla ir es mi anhelo . Volteo la mirada pero ya no está , la soledad impera y el viento se vuelve contra mí y sólo siento el frío golpearme el cuerpo esperando terminar con este dolor en esta cobarde caída .
¡ Tengo frío ! Acaríciame , abrásame , que los huesos míos tiritan y me dicen de tu ausencia oscura .
En un instante absolutamente infinito , mujer , eres el fruto del alma que todo hombre anhela .
Mujer , quisiera aprender de memoria con mi boca tu cuerpo y tu alma ,
recorrer tus entrañas , tierna maternidad de utopía . Así poder estar junto a ti .
Quiero partir con mi poema tu cuerpo de niña y hundirme a vivir .
Quiero recorrer tu cuerpo y hundirme en la pasión , abominable sensación de placer
Cómo explicar que te quiero , que sonrió y me muero al verte pasar . Cómo explicar que te amo si no fuiste mía jamás .
Cómo explicar que me duele hasta el aire que juega con tu pelo y tú andar . Mujer , si escuchas mi poema sabrás que es el poema que llora por ti .
¡ Ay !, si pudiera en tu pecho beber el sosiego y encontrar la paz . No me rendiré , mujer .
Te seguiré hasta la muerte y aun así de muerto , te amaré por siempre ¡ Mujer ! microCUENTO
Belly Karla Macukachi Melgar
EL HOCICO OSCURO
Un día te encontré , asustada , perdida , abandonada en una esquina , muy arrimada , bajo una puerta de fierro que te contagiaba
su frío . Esos ojos marrones oscuros a punto de llorar , dudaban si ladrar o dar un paso hacia mí . Me senté en el pavimento frío . La tarde caía , y yo intentaba darte mi confianza . Al fin , cuando decidiste ladrar , esa boquita , esos dientes que mostraste , me dieron ternura , y para mí sólo era tu defensa con tu indefenso cuerpecito . Con la poca confianza que me otorgaste te dejaste coger por mis manos , recibí un mordisco cosquilloso , te di mi calor humano y te llevé a mi cuarto . Allí en mi cama , te alcé y empezamos a jugar . Como olvidar esos movimientos de tu colita , alegre tú , las sonrisas que me robaste y ese sonido único , ese ladrido que paralizó mi cuerpo esa noche fría . Llegada la noche tu capricho de velar junto a mí , era imposible de negarte con esa carita de perra enternecedora . Amanecer junto a ti fue una nueva vida , efímera . Dejarte , no quería , tenerte , no podía . Un día fue suficiente para que marcaras mi vida . Tal vez vuelva a verte y no podré econocerte .