ENTREVISTA
“El jinete lo corrió tal como si
fuera con Play Station”
Fotografía: RAFAEL REYES Texto: JUAN ANTONIO TORRES
U
na de las similitudes que encierra la victoria del abanderado del
stud Doña Eliana es la capacidad tanto de Pedro Robles como
de Jorge Andrés Inda para las pruebas de largo aliento. Mientras el
jockey es ganador del Carlos Pellegrini, el joven trainer ya supo lo
que es clasificar a un evento internacional gracias a Bronzo. Faltaba
únicamente el corcel que les permitiera volver a un primer plano
noticioso y eso lo lograron con el hijo de Mastercraftsman, otro de
los potros que ha llegado al país a potenciar el elevage nacional, en
un esfuerzo de los criadores que debemos destacar, previa gestión
también de los distintos bróker que trabajan junto a ellos. La derrota
de El Pícaro, en tanto, demostró que no existe aquello del caballo fijo
y que verdaderamente las carreras hay que correrlas.
Más que diferencias, hubo denominadores comunes. En el caso de
los protagonistas que subieron al pódium de El Ensayo, la primera
semejanza que podríamos rescatar es la escuela antigua que profesan.
Mientras el tucumano Pedro Robles con sus más de 40 años a cuestas
sigue cosechando elogios, ganándose el respeto de quienes realmente
operan sin necesidad del boleto en mano para opinar; el joven trainer
se abre paso con un profesionalismo que rápidamente conquistó a
los mandamases y que emana de un antepasado que contagió con su
sabiduría a sus descendencias.
Nos referimos al recordado Jorge Inda Guzmán, a quien siguió Jorge
Inda Meyer como alumno aventajado y décadas después, José Ignacio
y Jorge Andrés Inda de la Cerda, sus nietos. Dos portentos que están
llamados a tomar la posta y que a poco andar ya han dado muestras
de su dedicación y profesionalismo, logrando destacar como prepa-
radores. Hace un par de años fue el hermano mayor con Color Rosa
y ahora le tocó al a su vez veterinario, con Cambridge. Botones de
muestra que han bastado para colocarlos junto a Juan Pablo Baeza
como los líderes de las nuevas camadas de preparadores, llamados a
mandar en el futuro.
Había dicho el joven estratega que Cambridge era tal vez un outsider
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REVISTA ELTURF.COM | NOVIEMBRE 08, 2018
en la carrera, pero que al no tener esa presión podían trabajarlo como
a ellos les gusta: carreroneando y sin romper el reloj, sólo enseñándo-
le a finalizar. Algo que se notó en demasía en los últimos 50 metros
de la prueba madre, donde la atropellada del tresañero no le dejó
tiempo al favorito para reaccionar. Es decir, lo noqueó. La explica-
ción para este desenlace la tiene clara su trainer:
“Yo tenía mucha confianza de que llegaríamos en tabla, les confieso.
Quizás pensar en un triunfo era algo osado por la presencia de El
Pícaro, el cual pese a su derrota demostró ser un caballazo, dictami-
nando los tiempos de la carrera y entregándose sólo al final. Pero a
medida que fue avanzando por dentro fue creciendo también nuestra
expectativa y derechamente en los metros finales lo gritamos con
todo. Aquí hubo un 20% del jinete y un 80% del caballo, cuya ca-
pacidad fondista quedó de manifiesto, haciendo correr donde más
interesa”.
Con seguridad, muchos generales han surgido después de esta bata-
lla. Nunca faltan. Y no los juzgaremos. Lo que sí podemos decir con
certeza es que el desenlace del Nacional Ricardo Lyon nos dejó la
sensación que se le habían acercado bastante al líder de la generación
y que sí era posible derrotarlo. No era una quimera siquiera pensarlo,
lo que no significaba que se le faltara el respeto a su liderazgo. Ocurre
que esta vez eran 400 metros más, que para unos fueron benditos,
mientras que para el favorito resultaron fatales. Ni siquiera apoyare-
mos a quienes hacen arder hoy las redes sociales criticando a Guiller-
mo Pontigo con tanta liviandad. Para nosotros, El Pícaro confirmó
ser un caballazo, ganándole a todas las postas que se le pusieron en
el camino, salvo, la última. Eso dignifica a Cambridge, como también
a su entorno.
“Nosotros le preparamos a personas tan importantes y que realizan
un esfuerzo tan inmenso como la señora Liliana (Solari) y don Carlos