8) Presta mucha atención a esta criatura. Anota mentalmente cada uno de sus detalles. Imprímela
bien en tu mente y en tu corazón porque es tu Ángel.
9) Sonríele y camina a su encuentro con las manos tendidas. Él vendrá hacia ti envolviéndote completamente con su luz. Serás todo uno con su luz.
10) Entre tu realidad y la suya se ha establecido un contacto. Mantente mentalmente en su luz,
mientras que logres visualizarlo, podrás comunicarte con él, podrás hablarle. Antes que nada, dale
las gracias por haber respondido a tu llamada.
11) Pídele ayuda y protección. Pídele que se quede a tu lado y que vuelva cuando tengas necesidad de Él.
12) Mantén este contacto vivo en tu mente, no será difícil. La sensación es tan agradable que difícilmente tenderás a abandonarla.
13) Manifiéstale tu amor y tu gratitud. Usa las palabras que surjan directamente de tu corazón. No
busques un lenguaje sofisticado. Háblale como hablarías a tu imagen reflejada en un espejo.
14) Prométele la asiduidad de tu pensamiento y la autenticidad de tu amor. El Ángel es verdad y
pureza además de energía.
15) Salúdale con afecto y gratitud y déjale volver a su cielo azul, no lejos de ti. No estará nunca tan
lejos como para no poder escuchar tu llamada a intervenir.
Revista Elevación
“La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza,
ni esperanza sin temor.”
François de La Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.
23