Revista Elevación Nº4, Febrero 2015. | Page 23

8) Presta mucha atención a esta criatura. Anota mentalmente cada uno de sus detalles. Imprímela bien en tu mente y en tu corazón porque es tu Ángel. 9) Sonríele y camina a su encuentro con las manos tendidas. Él vendrá hacia ti envolviéndote completamente con su luz. Serás todo uno con su luz. 10) Entre tu realidad y la suya se ha establecido un contacto. Mantente mentalmente en su luz, mientras que logres visualizarlo, podrás comunicarte con él, podrás hablarle. Antes que nada, dale las gracias por haber respondido a tu llamada. 11) Pídele ayuda y protección. Pídele que se quede a tu lado y que vuelva cuando tengas necesidad de Él. 12) Mantén este contacto vivo en tu mente, no será difícil. La sensación es tan agradable que difícilmente tenderás a abandonarla. 13) Manifiéstale tu amor y tu gratitud. Usa las palabras que surjan directamente de tu corazón. No busques un lenguaje sofisticado. Háblale como hablarías a tu imagen reflejada en un espejo. 14) Prométele la asiduidad de tu pensamiento y la autenticidad de tu amor. El Ángel es verdad y pureza además de energía. 15) Salúdale con afecto y gratitud y déjale volver a su cielo azul, no lejos de ti. No estará nunca tan lejos como para no poder escuchar tu llamada a intervenir. Revista Elevación “La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor.” François de La Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés. 23