En este momento, algunos jóvenes disponen de un ejército de Ángeles de la Guarda, y la
mayoría de ellos cuentan por lo menos con dos Ángeles que trabajan horas extras para protegerlos durante esta etapa tan arriesgada. A los veinte años, edad en que los jóvenes son conscientes
de que no son indestructibles, la ayuda angélica ya no es tan necesaria. Más adelante en la vida la
ayuda extra variará según las necesidades.
Un gran número de seres humanos sufre a lo largo de su vida y esto hace que se produzca
una regresión en su crecimiento espiritual, porque se sienten profundamente desdichados. En el
subconsciente de estas personas existe la idea de suicidio cuando tienen que reaccionar o tomar
decisiones importantes en la vida. Los Ángeles se sienten frustrados cuando deben asistir a estos
infelices. Es obvio que los Ángeles no participarán de esta infelicidad, por lo tanto sólo pueden esperar a que estas personas decidan dejar de sufrir y se produzca así una transformación. Estamos
dotados de libre albedrío así que, si queremos sufrir, o creemos que esto es lo apropiado, es problema nuestro.
A veces creemos que los Ángeles están de vacaciones, porque algo que creemos que ni Dios
ni nuestro Ángel de la Guarda lo permitiría, ocurre. Uno de los grandes misterios de la vida es entender por qué a personas buenas les acaecen desgracias y, en cambio, malas personas tienen
suerte en la vida. Podemos elucubrar al respecto y encontrar respuestas tales como el karma y a
otras tantas lecciones que debemos aprender. Pero nunca se puede responder de manera satisfactoria a la pregunta de por qué existe la injusticia en el mundo. Nuestros Ángeles de la Guarda
nunca se van de vacaciones, pero cuanto más positivos y optimistas seamos, más fácil les será protegernos y darnos sustento.
Así pues, llénate de esperanza, confianza y fe, porque tu Ángel de la Guarda siempre se ocupará de ti. No te preocupes por el mañana, sé feliz por ser quien eres y da gracias a tu Ángel de la
Guarda. Ten siempre presente que él es el mismo hoy, que ayer y que mañana. Él quiere recordarte que en estos momentos estás vivo y que, te guste o no, esto es un hecho.
Tu Ángel te vigila y controla cada uno de tus pasos, esperando siempre un progreso. Ya sea
de la desgracia a la normalidad, de la normalidad al bienestar o del bienestar a la felicidad absoluta. Tu Ángel siempre quiere llevarte a un escalón superior. Estará siempre a tu lado para recordarte el importante papel que juegas en este planeta tan concurrido.
La costumbre católica de recitar la oración del Ángel de la Guarda puede ayudarte a sentir la
presencia de tu Ángel:
“Ángel de la Guarda, dulce compañía
No me desampares ni de noche ni de día.
Las horas que pasan, las horas del día,
Si tú estás conmigo serán de alegría.
No me dejes solo, sé en todo mi guía
Sin ti soy chiquito y me perdería.
Ven siempre a mi lado, tu mano en la mía,
Ángel de mi Guarda, dulce compañía.”
Revista Elevación
“El dominio de sí mismo es lo que distingue al hombre de los animales, y, ciertamente,
nadie es hombre si no sabe ejercitarlo, pues es la raíz de todas las virtudes.”
Johann Gotz (1721-1781) Escritor alemán.
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