El despertar a la espiritualidad a nivel mundial, es algo que ya viene sucediendo desde el comienzo de la Era de Acuario en 1954, el surgimiento del movimiento “hippie” en los Estados Unidos en los años 60s y el surgimiento del movimiento “NEW AGE” en el 1962. Pero desde siempre
hay y habrá individuos que están (por decirlo así) “despiertos” naturalmente y no dependen de
ninguna corriente de pensamiento externa. Un ejemplo de esto es el Padre San Pío.
Después del 12/12/2012, el planeta entero tuvo una nueva emanación de energía para conseguir el despertar de las conciencias de la mayoría de las personas. Esta vez, muchos más se fueron sumando y entendiendo muchos de los cambios (a primera vista) inexplicables. ¡Pero aún así,
la señal perdura y sin embargo hay una inmensa mayoría que todavía no “despierta”!
Veamos algunas razones de porque esto sucede…
1) Demasiado en que creer: antes era muy simple depositar nuestra fe en alguna religión, culto
o corriente de pensamiento. Pero en estos momentos hay demasiados cultos, religiones, sectas,
escuelas, creencias y energías (¡y eso que no mencione a los extraterrestres!). Entonces estamos
ante el dilema: ¿cual es el camino correcto? Bueno, una respuesta simple sería, la que nos guste o
haga sentir mejor, pero esta forma de pensar tiene un error muy serio de concepto. Por lo general, la gente se identifica más con el carisma, conocimiento, etc. de la persona y no tanto en la
creencia en sí. Es el clásico error de juzgar la calidad de un libro por las tapas… muy común por la
gente inexperta y con poca información sobre lo esencial en lo espiritual. Ej. Alguien trae la
“meditación del 3º anillo ecuatorial de Saturno” y se crea una “moda o corriente” porque la persona que lo trajo es conocida y todo el mundo (que no sabe bien) se va derechito a practicar esta
meditación, porque esta persona o algún conocido le dijo que es “muy buena” sin siquiera haber
analizado bien de que se trata. En realidad, confían más en la reputación de la persona que si
realmente es un camino válido o cumple con todo lo que promete. Ni hablar si esto es gratis, ahí
si, todos prueban como si fuese “helado gratis en verano…” Esto pasa muy seguido, si bien es necesario una referencia de honestidad o trayectoria de quien enseña algo, también esto es utilizado por gente de trayectoria (pero inescrupulosa) para vender cursos, seminarios, etc. La conclusión es; “lo importante siempre es la carta, no el cartero”, esto quiere decir que sólo cuenta el
mensaje, técnica o energía si son validos, quien lo transmita no es relevante.
2) ¡El pasto es siempre mas verde del otro lado de la cerca! Muchísimas personas que están con
cierto conocimiento sobre lo espiritual, van explorando y probando técnicas o energías como
quien se cambia el corte o el color del cabello. Entonces las preguntas naturales u obligadas son:
“¿tan complicado es lo que tienen que sanar/se?”, “¿eso es tan difícil es de aprender y hacer?” o
¿tan exigente es esta técnica o energía?”. Y las respuestas pueden ser muchas, desde las razonables a las justificadas ridículamente. Generalmente, hay muchísimas técnicas o energías que son
más que suficientes para resolver los problemas