Pensamientos y apegos
El tema de los pensamientos y apegos da mucho para hablar, pero trataremos de hacerlo
muy sintético. Los pensamientos nos pertenecen, ya sea porque los creamos nosotros o porque
nos sumamos a los de otra persona. Tenemos “libre albedrío” y es nuestra decisión sumarnos a
pensamientos positivos o negativos.
No están fuera de nosotros ni nadie más tiene la culpa (o responsabilidad) de lo que pensamos. Si elegimos pensamientos negativos, vibramos bajo y nos ocurren cosas que no nos gustan.
Si elegimos pensamientos positivos, vibramos alto y nos ocurren cosas agradables.
Habrán leído muchas veces las frases “nosotros creamos nuestro cielo o nuestro infierno”,
“el que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino”, “lo semejante atrae lo semejante”, “somos los creadores de nuestra realidad”, “los pensamientos, inevitablemente, vuelven
a su creador”, pero ¿las entendemos? Nos convertimos en lo que pensamos POR PROPIA ELECCIÓN y, LO QUE PENSAMOS ES NUESTRA EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD.
Debemos tomar la decisión consciente y responsable de pensar en positivo. No debemos
esperar que desde el Cielo nos solucionen todas las cosas (eso se explica en Metafísica).
La forma simple para determinar pensamientos y apegos:
!La “regla de 3” de Sócrates¡
¿Entonces, que podemos hacer si todo lo que pensamos nos afecta y afectamos a los demás? Bueno, podemos usar la regla de “3 de Sócrates” como si fuera un filtro para todo pensamiento, apego, relación, etc. que si no cumple afirmativamente con las 3 reglas de Sócrates, es
mejor dejarlo o evitarlo. Tanto sea en cosas materiales, ideas, costumbres, relaciones o personas,
todo puede ser evaluado por esta regla. Porque como buscamos nuestra armonía, tanto interna
como externa, si evitamos muchos factores discordantes externos porque los reconocemos como
tales, también es necesario que no “nos pongamos el palito en la rueda” nosotros mismos, por
aceptar lo que a la corta o a la larga, es negativo para nosotros...
Revista Elevación
“En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro.
De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.”
Séneca (2 AC-65). Filósofo latino.
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