Revista El Uru nº 56 | Page 13

fue ganado por el espanto sin que pudiera evitarlo . A la sorpresa le siguió la indignación y la rebeldía , porque le pareció cobarde e inútil ese último detalle que poco tenía de gracia , ya que para su gusto habría llegado demasiado tarde como para ahorrarle al pobre de Chanes el sufrimiento ya padecido .
Agobiado no quiso quedarse para ver como sacaban el cuerpo . Mientras iba escalera abajo rumbo a la puerta se encontró nuevamente con una multitud , y sin oponer resistencia se dejó arrastrar por la muchedumbre . De vuelta en la calle evitó el contacto y no quiso escuchar comentario alguno sobre lo sucedido . Creyó más atinado callar apartándose otra vez del bullicio . Camino de vuelta calle arriba hacia la pensión se descubrió mascullando una leve plegaria . Nunca creyó que todo aquello pudiera afectarle de esa manera . En muchas ocasiones había estado cerca de la muerte , e inclusive asistiendo al moribundo . Pero otras habían sido las circunstancias , las de la lucha en el campo de batalla .
Ahora hacía un esfuerzo por recordar a Chanes en aquellas ocasiones en que le había visto en la calle . Nunca antes de los
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