la publicidad y el marketing. Sin embargo, ¿somos felices realmente comprando,
gastando horas interminables de trabajo para pagar este estilo de vida?
Sobre este tema, Pepe Mujica, expresó en la cumbre de Unasur en 2014 que cada
cual puede ser el autor del camino de su propia vida, darle un
contenido o enajenarla y que te la compre el mercado, entonces
te pasas toda la vida comprando cacharros y pagando tarjetas
y después estás como un viejo, lleno de reumatismo, nada vale
más que la vida. Luchen por la felicidad la cual es darle
contenido y rumbo a la vida y no dejar que te la roben. Para eso
no hay receta, sino que todo está en la conciencia”.
En esa misma dirección, el Papa Francisco, en su discurso
en Bolivia en julio de 2015, ha exhortado a poner la economía al servicio de los pueblos:
Indicando que los seres humanos y la naturaleza no deben estar al servicio del dinero.
Nos dice el Papa Francisco que el destino universal de los bienes es una realidad anterior
a la propiedad privada. La propiedad, muy en especial cuando afecta los recursos
naturales, debe estar siempre en función de las necesidades de los pueblos. Y estas
necesidades no se limitan al consumo.
Para finalizar invitamos a reflexionar las palabras de Mujica:
Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún
bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar,
trabajando y trabajando para consumir un “plus” pero ese hiper consumo es el que está
agrediendo al planeta. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que
ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones
humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente,
porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos
por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio
ambiente se llama felicidad humana.