Revista Dracma Jul. 2014 | Page 9

Enfoque Centroamericano Latinoamérica funcionar, fallos de gobierno; fallos que se vinculan directamente con la pobreza del país. Detrás de estos fallos están fenómenos como la enorme informalidad en el mercado de trabajo, los deteriorados sistemas de educación y salud pública, la falta de rendición de cuentas, la justicia fallida, todo lo cual son indicadores de la ausencia de democracia inclusiva, de la carencia de mecanismos que controlan el abuso de poder y en general de la situación excluyente de la ciudadanía ante un estado de tipo extractivo. Es una situación que recuerda la película del Mago de Oz donde al final, después de correrse el telón el espectador se percata que nunca hubo tal magia, sino un simple mortal manipulando los hilos de la trama. El desarrollo económico del país representa un conjunto de instituciones extractivas tanto en lo político como en lo económico. Ha habido algunos intentos de apertura controlados por la élite que solo han servido para reacomodar intereses y privilegios pero nunca para responder a las necesidades públicas. En realidad, se trata de un sistema estático, inamovible, carente ya no de innovación tecnológica, sino de una simple imitación tecnológica. No se trata de debatir si el vaso está medio lleno o medio vacío, es más bien un problema de dinámica en que el vaso se está vaciando independientemente de si está o no a la mitad. La experiencia con el INSS también indica que la inflación en el país no es de índole monetaria sino una inflación de costos, en cuyo caso deja de ser un problema de las autoridades Dracma Julio 2014 monetarias y se torna más bien de índole institucional. Dado que el sistema no está diseñado para autocorregirse, el país se desenvuelve en conflictos permanentes, llenos de tensión social que no son signos de democracia sino de la falta de instituciones inclusivas que funcionan realmente. Esta inflación de costos ha venido presionando al tipo de cambio real y nominal y pone en evidencia los límites del deslizamiento cambiario cuyo objetivo de anclar las expectativas de inflación ha sido neutralizada por los aumentos de precios que también presionan los salarios. Dado que las instituciones responden deficientemente al interés público la mejor alternativa es la dolarización completa de la economía ya que no es posible generar una inflación en dólares. Pero regresemos de nuevo al problema de la seguridad social. La solución que se ha venido barajando es una solución para el corto plazo, sin embargo, los problemas reaparecerán de nuevo en el mediano plazo. Entonces, la respuesta consiste en vislumbrar un sistema de seguridad social que mejore las perspectivas del mediano y largo plazo. La respuesta está en la privatización de la seguridad social. Esta alternativa mejoraría el bienestar de la población, la cual tendría asegurada su retiro digamos a partir de los 65 años e inyectaría una fuente permanente de recursos de largo plazo en la economía, recursos que son la fuente para la inversión de larga gestación. Esto permitiría también bajar la presión fiscal sobre el factor trabajo, ayudaría a disminuir la informalidad en el mercado de trabajo y se cumpliría con una de las más importantes precondiciones para el crecimiento económico sostenido, que es crear una oferta de recursos de largo plazo; la otra precondición que se tendría es la estabilidad cambiaría y por tanto, la estabilidad de precios. Nada tiene que ser obligatorio, puede diseñarse un sistema mixto entre el retiro privado y la jubilación pública y se tendría una institución más inclusive todavía. La moderna gestión de la política económica no presta atención a las declaraciones públicas, ya que se sabe que son solo declaraciones políticas, retórica. Lo que cuenta son las decisiones que afectan las reglas del juego, es decir a las instituciones. Con la economía totalmente dolarizada y una oferta de recursos financieros de largo plazo, la función del estado se concentraría en mantener las tendencias de largo plazo de la economía en vez de intervenir en cada momento sin que se vean resultados concretos. Esta estabilidad de la tendencia dependerá de la estabilidad y calidad de las instituciones: la independencia del Banco Central, la gestión no inflacionaria de la economía, un fortalecimiento de la educación y salud pública, una justicia predecible de acuerdo con las leyes, un balance de poderes que responda al sufragio efectivo de la población, leyes fiscales y sociales inclusivas e inmutables que sirvan de soporte al buen funcionamiento del sistema de mercado; estas serían las instituciones inclusivas favorables al crecimiento continuo. Suficientes para mantener ocupados a los funcionarios de gobierno a tiempo completo. 7