Público y Auditor a través del Código de Ética existente, a ceñirse a un comportamiento impecable para el
ejercicio de la profesión. Debe tomarse en consideración que la fiscalización es una tarea que no puede
llevarse a cabo, sin el respeto estricto de esas normas y principios que rigen la auditoria y la contabilidad.
En manos del Contador Público y Auditor está la observancia de que los fondos públicos y privados sean
utilizados en forma transparente y eficiente.
Los CPAs deben ser garantes que las empresas no estén comprometidas con operaciones vinculantes que
tipifican la asociación ilícita, delito de moda en este siglo. Hay un largo camino por recorrer.
Lic. Oscar Eugenio Dubón Palma
Coordinador Académico
Facultad de Contaduría Pública y Auditoría
10