sustentan las diversas teorías de autores en alusión a la temática abordada . Se concluye que el maestro que se perfila como transformador social debería tener el potencial prodigioso y admirable para traspasar los horizontes de la utopía , tomando en cuenta que sus enriquecedoras vivencias áulicas se conforman en experiencias , aun cuando importantes , “ efímeras ”.
Pertenecientes al colosal campo del entendimiento , de donde trasciende la verdadera formación del ser que subyace en una red social humanística y tecnológica cambiante . Los causantes de la tarea maestro tienen que comprometerse proyectarse y ocuparse del realizado educativo mediante ocupaciones constantes de formación persistente tanto de forma personal como en colectivo . Aceptar el uso constante de las tecnologías de la Información y Comunicación , tomando en cuenta que la era postmoderna que transitamos está al alcance de los alumnos , con mayor compromiso debemos darle ante este fenómeno social .
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