SISSOKO
En el mercado de invierno aterrizó en el Deportivo un joven costamarfileño de 22 años que, a pesar de su juventud, ya se había recorrido media Europa. No llegaba en su mejor condición física. Su evidente sobrepeso obligó a establecer un plan especial de preparación para que en el plazo de un mes pudiera estar disponible.
La necesidad del equipo obligó a que se aceleraran los plazos y tuviera sus primeros minutos como jugador del Deportivo sin estar físicamente al 100%.
Fernando Vázquez comentaba sobre Sissoko que con que le ganara un par de partidos se daría por satisfecho. La situación en la que llegaba al Deportivo no permitía ser optimista sobre el rendimiento del futbolista africano.
Su presencia fue ‘in crescendo’ con el paso de las jornadas, al igual que también lo hizo su relevancia para el equipo. Su desborde y su capacidad para asumir la responsabilidad de comandar el ataque deportivista le erigieron como uno de los destacados en el tramo final de campeonato.
Encandiló a la afición con su elegancia y la plasticidad de sus movimientos, un jugador con carisma que llegó al corazón de la grada.