Una vez que se tienen todos estos datos, se realiza un análisis de la información, para
concretar si el producto podrá tener éxito cuando sea lanzado al mercado y los posibles
resutados que puedan obtener.A partir de dicho análisis realiado, pueden obtener
conclusiones que puedan dar a conocer si nuestro producto podrá o no tener éxito en el
mercado.
¿Cómo investigas el precio? Hay
especialistas que apuntan que con
cuatro sencillas preguntas puedes
determinar si el precio que quieres
poner está en un entorno razonable. La
fórmula clásica, si no tienes ni idea de
qué precio poner, es preguntarle al
consumidor: a qué precio te parece que
este servicio sería barato, muy barato,
tan barato que no te lo creerías, caro y
tan caro que no lo comprarías. Con
esas respuestas puedes hacer un
análisis que te delimite el precio
óptimo y los rangos con los que
puedes jugar.
Después de haber realzado todo este proceso y de que el producto ya esté a la venta, toca
hacer un estudio sobre si nuestro producto está siendo tan exitoso como esperábamos.
De no ser así, podemos realizar otro análisis para saber qué mejoras se requieren, comparar
precios, observar la oferta y la demanda o ajustar el precio según las necesidades del público
al que está dirigido nuestro producto.